Europa League

La crónica | El Villarreal pasa a octavos como primero en un partido de locura (2-3)

El Submarino es mejor que el Rennes y logra un triunfo épico con goles de Gerard, Akhomach y Parejo y gracias al VAR, que anula el 3-3 en el minuto 101 

Celebración de la victoria en Rennes.

Celebración de la victoria en Rennes. / EFE/EPA/YOAN VALAT

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Cuando el fútbol se convierte en locura puede pasar cualquier cosa. En un partido de infarto, lleno de intensidad, buen juego, emociones e inclusos disgustos, el Villarreal CF logró de forma épica el triunfo ante el Rennes (2-3) en la caldera del Roazhon Park, una victoria que le da el pase a los octavos de final de la UEFA Europa League al terminar primero de grupo en un encuentro que tuvo de todo y que los amarillos sufrieron para llevárselo.

Había que ganar, no había otra, y los ‘groguets’ lo consiguieron. Los goles de Gerard Moreno, Ilias Akhomach y Dani Parejo, con la ayuda, por fin, del VAR, que hizo justicia al anular el 3-3 en el minuto 101, dieron el liderato a un Submarino que evita, así, la ronda de ‘play-off’ de dieciseisavos de final.

El partido fue una locura desde el inicio. Espoleado por el espectacular e infernal ambiente que generaron los más de 28.000 espectadores que poblaron las gradas del Roazhon Park, el Rennes quiso meterle la quinta marcha desde el inicio al juego.

Con un 3-4-3 claramente definido, los de Julien Stéphane intentaron ahogar la salida de balón del Submarino. Consciente de ello, Marcelino planteó un duelo con su defensa muy adelantada, con la intención de hacer recular a los bretones.

El once

El técnico del Villarreal dispuso de un once muy reconocible, solo con las novedades de Reina en la portería, Gabbia en el eje de la zaga, donde retrasó a pie cambiado al lateral izquierdo a Adrià Altimira, ubicando a Akhomach en la medular por la derecha y con la gran apuesta de Sorloth, todavía no al 100%, en punta por el Comandante Morales para acompañar a Gerard Moreno.

La intensidad y presión locales fueron más fuegos de artificio que otra cosa en la primera media hora. El Rennes apretaba por las bandas, buscándole la espalda a los laterales groguets, pero sus irrupciones derivaron en centros de “uuyyy” y poco más.

Los de la Plana Baixa, por su parte, tuvieron más temple, dirigidos por Dani Parejo, quien se asoció con Baena y Gerard para intentar generar peligro.

Gerard celebra el primer gol del encuentro.

Gerard celebra el primer gol del encuentro. / EFE/EPA/YOAN VALAT

Goles, locura y polémica

Pasada la media hora de juego la estadística decía que los disparos a puerta eran cero y cero en una y otra portería. Pero, por arte de magia, ayudado por la incompetencia del colegiado turco Atilla Karaoglan, al que le vino muy grande el partido, la cosa comenzó a animarse.

El árbitro señaló un claro pisotón dentro del área a Álex Baena… pero fuera de la misma. El VAR le corrigió. ¡Penalti de manual! Y gol de Gerard Moreno con sangre fría en el minuto 34 (0-1). Una ventaja que invitaba al optimismo… pero no señores.

Nada más sacar de centro, en una clásica jugada ensayada, el carrilero diestro Assignon le ganó la espalda a Altimira y, tras recortarle dentro del área, anotó con sutileza superando por bajo casi sin ángulo a Reina: 1-1 dos minutos después… y con cara de tontos.

Ambiente crispado

Con dicho panorama y el ambiente muy crispado, hasta seis amarillas sacó el trencilla en la primera mitad, el duelo parecía encaminarse hacia el descanso, con el Rennes apretando con balones al área pero siendo el Submarino el que generó peligro real.

Mandanda y Theate sacaron dos remates de Gerard Moreno en el área que olían a gol y antes de terminar el primer acto, de nuevo a instancias del VAR, el colegiado decidió convertir en falta de Álex Baena un penalti y agresión al unísono de Wooh, que ya tenía amarilla.

Con tablas la locura desatada e indignación más que justificable en el banquillo y en los futbolistas del Villarreal se llegaba al descanso.

Tensión al final del encuentro.

Tensión al final del encuentro. / EFE/EPA/YOAN VALAT

Mala suerte

En el inicio del segundo acto, el Rennes realizó una jugada similar en saque inicial en la que Juan Foyth notó un pinchazo en la parte posterior de la pierna derecha y tuvo que ser sustituido dos minutos después, entrando Ramón Terrats, que pasó a la izquierda, para que Altimira se reubicara en la derecha de la zaga.

La mala fortuna prosiguió minutos después, en el 53, cuando Gerard Moreno se sacó de la manga una asistencia espectacular rompiendo líneas para Álex Baena, que solo ante Mandanda intentó picarle el balón al campeón del mundo, que le adivinó la intención y evitó el gol amarillo.

Y nueve minutos más tarde, pasada la hora de partido, el Villarreal recogió los frutos a su buena reanudación de partido gracias a una gran jugada de Ilias Akhomach quien, tras encarar y superar al belga Theate, conectó un latigazo de zurda en diagonal sorprendiendo a Mandanda en su palo más lejano con un gran tiro lejano. ¡Golazooo para poner el 1-2! 

Más locura al final

La media hora final, como no podría ser menos, no defraudó. Gerard fallaba solo con Mandanda batido en el 67. El Rennes tiró de calidad con la entrada de Ludovic Blas y Gouiri. Y fue el talentoso Blas el que se salió de zona para conectar un trallazo desde la frontal y sorprender a Reina. Otro mazazo en forma de 2-2 a 12' para el final.

Pero el Submarino le devolvió con la misma moneda al conjunto bretón. Nada más sacar de centro, Dani Parejo se sacaba de la chistera otra de sus jugadas mágicas para, tras pared con Álex Baena, fusilar al meta local. ¡2-3, hagan juego señores!

Gabbia sufrió un fuerte golpe y fue retirado en camilla.

Gabbia sufrió un fuerte golpe y fue retirado en camilla. / EFE/EPA/YOAN VALAT

El desenlace

Los últimos 10 minutos, más los seis de descuento fueron de nuevo otra locura en forma de arte futbolística, sustos y disgustos. Morales no acertaba ante Mandanda, el meta galo le saca un mano a mano a Brereton Díaz, Coquelin se caía fundido al suelo con un problema en la rodilla y Gabbia tenía que ser retirado en camilla tras una mala caída.

Y si no era un partido de infarto, Le Fée mandó una falta al larguero, cuyo rechace termina en un gol de Assignon en el minuto 101, que el VAR terminó anulando porque la falta previa que había derivado en el larguero la había caído al propio Le Fée, sin tocar nadie más, no señalado el turco Karaoglandicha infracción.

El italiano Massimilliano Irrati, el colegiado de VAR, evitó el ridículo de su compañero turco anulando el tanto, dejó compuesto y sin novia al Rennes y dio el primer puesto y el pase a octavos al Villarreal. ¡Qué locura Dios mío!

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