SEMANA SANTA

Castelló se vuelca en el Via Crucis y la procesión del Santo Entierro

El tiempo respeta a las Cofradías y Hermandades, que demuestran un año más su fe

El Obispo preside por la mañana un participativo Via Crucis que quieren que se consolide en la ciudad 

Los devotos pasan por debajo del Cristo Yacente en la capilla de la Sangre e invocan su protección 

Procesión de Viernes Santo en Castelló.

Procesión de Viernes Santo en Castelló. / KMY ROS

Los fieles de Castellón han acompañado a Jesús en el camino a la Cruz, con sol por la mañana y el cielo nublado por la tarde, con lluvia que afortunadamente ha respetado hasta ahora la procesión. Bien temprano (8.00 h.), el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López-Llorente, presidió el Via Crucis, que se quiere consolidar como «el de la ciudad» y alcanzar cotas de participación cada vez más notables. Así lo destacó Manuel Altava, presidente de la Muy Ilustre Cofradía de la Sangre de Castellón --que cumple el 475º aniversario de su fundación con su papel clave en cada Viernes Santo--. 

Via Crucis matinal

De hecho, el Via Crucis ha partido de la capilla de la iglesia de la Sangre, en la plaza María Agustina, hasta la Basílica, con la asistencia de ediles como Vicent Sales o Antonio Ortolá. «Las 14 estaciones, que narran la Pasión desde que Cristo es condenado a muerte hasta que es colocado en el sepulcro, es el camino que se hace hasta el Lledó, donde se encuentra la Madre que llora su muerte», explican desde la entidad. En cada una de las 14 baldosas de piedra del itinerario se hace una reflexión, acompañada por rezos y cánticos; hasta que se llega al templo donde el obispo pronuncia unas palabras.

Ya durante esta tarde, numerosos devotos han invocado protección al pasar por debajo del Cristo Yacente. Antes, se había abierto la urna que lo custodia, para bajarlo bajarlo, depositar la imagen en la cama, frente al altar, recubierto de terciopelo; engalanarlo y elevarlo de nuevo, con la intervención en cada paso respectivo de clavariesas y clavarios de la cofradía. 

En este solemne acto religioso ha participado la reina de las fiestas de la Magdalena, Lourdes Climent; damas de la ciudad; y concejales de la corporación municipal del Ayuntamiento de Castelló.

Asimismo, como es costumbre, se ha oficiado una misa de Adoración de la Cruz. «Durante el desarrollo de la celebración litúrgica, son los clavarios los que portan la cruz con la escultura del Cristo Crucificado de Adsuara, mientras que los fieles se acercan para venerarla», explican desde la entidad.

La lluvia ha hecho acto de presencia a primera hora de la tarde, pero paró y permitió sin contratiempos el traslado de los pasos hasta la Concatedral, para salir juntos en la solemne procesión del Viernes Santo una hora después. El desfile religioso, que ha generado gran emotividad e incluso lágrimas entre los asistentes, recorre el centro.

Medalla de la ciudad

Las cofradías portan sus imágenes a hombros tal y como estaba previsto y en la comitiva de autoridades se ha podido ver a la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, que ha puesto en valor «el trabajo, la dedicación y el cariño de las cuatro cofradías castellonenses que participan, con la excelente coordinación de la Junta Local de la Semana Santa. Su labor es muy valiosa, porque recuperan, cuidan y difunden una parte fundamental de nuestra cultura: la Semana Santa. Un trabajo que desde el Ayuntamiento valoramos y alentamos, promocionando esta fiesta declarada de Interés Turístico Provincial». 

En la cita están participando unas 1.400 personas y desfilan la Hermandad de Paz y Caridad, la Cofradía de Santa María Magdalena, la Cofradía del Santísimo Cristo de Medinaceli y la Muy Ilustre Cofradía de la Sangre --tres niños portan el estandarte y la Medalla de Oro de la Ciudad--. Además, la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Castellón ha abierto la procesión con una réplica del Cristo de Mena. Tras la procesión conjunta, cada imagen vuelve a su sede.

Turno de vela

Cuando termine, el Cristo Yacente vuelve a su capilla y se inicia el turno de vela hasta las 24.00 horas, que se retoma este sábado 30 de marzo, de 8.00 horas a 20.00 horas, para poder ser visitado antes de volver a su urna. Este Cristo Yacente --o Santo Sepulcro-- es una figura tallada en madera de nogal y policromado. Las referencias escritas a esta escultura «son frecuentes a partir del s. XVII, en 1648, cuando empieza a hablarse de una devoción ya arraigada en la ciudad; aunque otras hipótesis apuntan a 1625 y 1572».