Los parques comerciales se extienden en Castellón mientras cierran 180 tiendas en un año

Burriana o Almassora se sumarán en muy poco tiempo a la lista de municipios que ya cuentan con una fórmula que vive un auge en España y que combina locales de moda con restaurantes y supermercados

Parque comercial de la Vall d’Uixó, ubicado en la antigua Segarra y que en las últimas semanas ha sumado otras dos aperturas.

Parque comercial de la Vall d’Uixó, ubicado en la antigua Segarra y que en las últimas semanas ha sumado otras dos aperturas. / Mónica Mira

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Los tiene Castelló. También Vinaròs, la Vall d’Uixó, Vila-real y Benicarló. Y dentro de muy poco tiempo a esta lista se unirán Burriana y Almassora. Los parques comerciales, los hermanos pequeños de los centros comerciales, se extienden de norte a sur de la provincia y, además, lo hacen en detrimento de las tiendas de toda la vida, cuyas cifras van claramente a la baja. Un dato: solo en el último año han bajo la persiana en Castellón 180 pequeños establecimientos comerciales, mientras que la extensión y las aperturas de nuevos locales en parques comerciales localizados mayoritariamente en la periferia de las ciudades no dejan de aumentar.

Por parque comercial se entiende un conjunto de establecimientos dedicados tanto a la restauración como a la venta al por menor y que tienen entradas directamente desde la calle (los centros comerciales, en cambio, son un único inmueble) y en poco más de dos años Castellón sumará a su oferta otros dos nuevos. El primero se abrirá en 2025 en Burriana, en el barrio de Novenes, donde la promotora valenciana Tomás y Tomás Inversiones está ejecutando ya las obras de un complejo de 1.800 metros cuadrados que albergará una tienda textil de la cadena Kik (esta firma está considera el Primark alemán) y un restaurante asiático, además de otro establecimiento dedicado a la restauración.

Este mismo grupo inversor acaba de comprar por 1,8 millones de euros la nave y el solar de 14.000 metros cuadrados que hasta noviembre del 2022 ocupó la histórica citrícola de Almassora Peris Agost Hermanos. Su objetivo, tal y como avanzó Mediterráneo, es desarrollar un gran parque comercial que contará con establecimientos dedicados a la restauración, así como otros locales comerciales y algún supermercado. 

Burriana y Almassora estrenarán dentro de muy poco tiempo esta fórmula comercial y los parques que ya existen en localidades como la Vall, Castelló o Vinaròs, este último propiedad de la inmobiliaria belga Mitiska Reim, no dejan de crecer en oferta. En el primer caso, al parque situado en la antigua Segarra se han sumado en las últimas semanas firmas como KiK o Action, mientras que en la capital Estepark cerró 2023 con un alza del 10% en el número de visitantes y encara este año con nuevas aperturas. 

El momento dulce que viven los parques comerciales (el centro comercial Salera, que hace tan solo unos meses cambió de dueños, roza el 100% de ocupación de locales) no es exclusivo de Castellón. A nivel nacional, y solo durante este año, está prevista la apertura de 18 nuevos complejos, con una superficie total de 280.000 metros cuadrados , según datos aportados por la consultora JLL. 

Interés de los inversores

Durante el 2024, el 90% de la nueva oferta comercial que abrirá sus puertas en España serán parques comerciales y el último informe El mercado Retail en España destaca que esta fórmula se han posicionado como uno de los segmentos de venta al por menor más resistente y con mayor capacidad de adaptación a los nuevos hábitos de consumo. «Dada su demostrada fortaleza, despiertan un gran interés por parte de los inversores y promotores», dice el documento.

Los parques comerciales son la cara, pero en el sector del consumo hay una cruz. Y esta la representan las tiendas tradicionales. Y las estadísticas del Ministerio de la Seguridad Social así lo constatan. En estos momentos (datos al cierre del pasado mes de marzo), Castellón cuenta con 9.843 autónomos del sector del comercio, 180 menos que en el mismo mes del 2023, cuando eran 10.023.

El Ministerio le pone cifras a una realidad fácilmente comprobable con solo salir a la calle y pasear por cualquier zona del centro de Castelló, Vila-real o Burriana. Hay decenas de persianas bajadas. En la capital una de las últimas ha sido la de Almacenes Monfort, en la calle Alloza, que el pasado día 6 cerró definitivamente sus puertas después de permanecer más de un año en liquidación. Un out que se produjo muy pocas semanas después de la clausura de Zara, en la plaza Santa Clara, o Modas Reverter, en la calle Asensi. 

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