Castelló mantiene intacto su amor, cariño y devoción por la Virgen del Lledó en el centenario de su coronación

Cien años después de la coronación canónica y pontificia de la Virgen del Lledó en la Farola, el 4 de mayo de 1924, el poble de Castelló ha demostrado este sábado que mantiene intacto su amor, cariño y devoción y se volcó en la celebración del centenario, de nuevo en la plaza de la Independencia.

La efeméride ha comenzado con la misa estacional presidida por el Nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, junto al obispo Casimiro López y que ha congregado a decenas de fieles y autoridades en la concatedral de Santa María.

Misa en la concatedral por el centenario de la virgen de Lledó

Una Eucaristía que ha dado paso a uno de los momentos más emotivos del día como ha sido la salida del templo de la imagen, bajo los toques de campana del Gremi de Campaners de Castelló, los vítores y aplausos de los castellonenses tras más de una hora de espera, una lluvia de papelitos azules y los acordes del himno de España interpretado por la Banda Municipal. La Lledonera, sobre una peaña de rosas blancas y escoltada por la Policía Local de gala, maceros, la guardería rural que ha disparado varias salvas, las diez picas portadas por miembros de la gaiata 10 El Toll (sector al que pertenece la basílica), los miembros de la Real Cofradía de la Virgen del Lledó, los 17 pal·liers, los 52 barreros y las autoridades civiles y religiosas, encaró el camino hacia la Farola. Tampoco han faltado en el numeroso acompañamiento las reinas de las fiestas y las damas de la ciudad.

Sentimiento ‘a flor de piel’

Durante el recorrido, la patrona de Castelló ha sentido el cariño de sus hijos a través de los aplausos y ¡Vivas! que le han dedicado visiblemente emocionados y algunos de ellos con lágrimas en los ojos. Oraciones en silencio y sonrisas de alegría han sido los otros protagonistas de un día que ya forma parte de la historia de la capital de la Plana.

Poco a poco, precedida también por 26 parejas de grupos de baile de la ciudad, la Colla de Dolçainers i Tabalaters y a hombros de los barreros, la Virgen del Lledó ha llegado hasta el lugar donde cien años antes y un día como el de hoy había sido coronada. Devoción y respeto se ha respirado en el centro de Castelló al paso de su Mareta que este domingo volverá a la basílica para seguir protegiendo, desde allí, a los castellonenses.

Momento cumbre

Uno de los momentos más emotivos ha sido precisamente cuando la patrona alcanzó la Farola, donde ha sido recibida por cien salvas y entre aplausos y gritos de ¡guapa! y ¡bonica! por parte de cientos de asistentes. En ese momento ha comenzado a sonar la Marcha de la Ciudad y, como hace cien años, los 42 ballaors han interpretado el ball perdut enfrente de la imagen a la que han recibido las madrinas y presidentes de las 19 gaiatas de la ciudad, en la explanada de la plaza.

Las intervenciones

Tras las palabras de bienvenida que han recordado la efeméride por parte del archivero de la Real Cofradía de la Virgen del Lledó, Juanjo Porcar, y la música de casi un centenar de miembros de siete corales de la ciudad que han interpretado Al matí cap al Llevant, el Càntic de Maria, los Gozos y la Salve con la que ha concluido el acto y coreada por todos los asistentes. Ha sido otro de los momentos en el que los ojos de muchos de los hijos de Castelló reunidos en torno a la Lledonera se han humedecido.

A la introducción de Porcar han seguido las intervenciones oficiales de la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco; el Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, y el obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López.

La primera edila ha destacado el gran amor de los vecinos por la Virgen del Lledó. «Solo con un poco de ti basta para llegar al corazón», ha afirmado Carrasco en referencia a la Virgen. «Mare de Déu, esta es la fiesta que ha preparado tu pueblo para demostrarte su amor y cariño», ha proseguido la primera edila, quien ha finalizado haciendo referencia a que «Castelló és hui un altar amorós per a la patrona».

Procesión y homenaje a la Mare de Déu en la Farola en el centenario de su coronación

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«La Virgen, en el corazón»

Por su parte, Auza ha manifestado que los corazones de los castellonenses «llevan grabada a la Virgen del Lledó» y ha felicitado a la ciudad «por esta sentida celebración». Ha recordado a los antepasados «por inculcar el amor por la Virgen del Lledó» y ha pedido a la patrona «por los enfermos y los necesitados».

Ha sido el obispo López el que ha finalizado los parlamentos pidiendo a la Lledonera «que nos ayude a no perder la brújula por el peregrinaje por este mundo». «Reina de la paz, que sigas reinando en nuestros corazones», ha concluido el prelado de la diócesis Segorbe-Castellón en el acto de celebración.

Sin duda, el centenario de la coronación de la patrona de Castelló ha puesto de nuevo de manifiesto el fervor de todo un pueblo por la Virgen del Lledó. Este ha vuelto a estar a la altura y ha demostrado el cariño que siente por ella durante los más de 20 días en los que ha visitado las parroquias, además de otros centros como el albergue, la cárcel o el cementerio de San José; y colegios.  

Autoridades locales, provinciales y autonómicas apoyaron el acto

El acto del centenario congregó a numerosas autoridades tanto locales como provinciales y autonómicas, a las que se les impuso el pin de la coronación, que ensalzaron la importancia de esta efeméride. Tanto el president de la Generalitat, Carlos Mazón; como la presidenta de les Corts, Llanos Massó; la presidenta de la Diputación, Marta Barrchina, y la alcaldesa, Begoña Carrasco, destacaron el cariño que los castellonenses sienten por su patrona.