Blanco y negro. Son los dos colores que llevan en su alma miles de aficionados de toda la provincia. En sus momentos de gloria y en las épocas en las que no acompañan tanto los resultados, su presencia en el Castalia es un ritual que se cumple cada quince días para dar apoyo a unos jugadores que representan a una entidad centenaria y sin la cual no se entendería la vida deportiva y social de toda la provincia.

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El Club Deportivo Castellón, fundado en 1922, recogió la Alta Distinción de la Diputación, en el marco de los actos del Día de la Provincia. Una entrega de premios que fue especial, ya que el ayuntamiento de ayuntamientos celebra sus 200 años --los cumple justo mañana lunes--, lo festejó en un espacio también lleno de historia, el Teatre Principal, y además deja atrás las restricciones derivadas de la pandemia.

Fue una emotiva gala en la que también se reconoció a personas e instituciones de la máxima relevancia. El Mérito a las Artes correspondió a la galerista y artista Pilar Dolz, el Mérito Deportivo fue otorgado al ciclista Sebastián Mora, el Mérito a la Solidaridad estuvo dedicado a la Cruz Roja Española de Castellón; mientras que la prestigiosa científica e investigadora Dolores Corella recibió el Mérito a la Innovación. Una fiesta que puso de manifiesto el talento y las mejores cualidades de la gente de la provincia.

Historia

Que una entidad cumpla un siglo es motivo de celebración, y más cuando este colectivo cuenta con una importante masa social. El presidente del Club Deportivo Castellón, Vicente Montesinos, puso de manifiesto cómo la entidad deportiva ha estado junto a la ciudad y la provincia en todos los acontecimientos históricos desde hace un siglo. «Hemos pasado por muchas etapas, épocas gloriosas, momentos de gran repercusión y momentos de incertidumbre», y remarcó el agradecimiento «a los presidentes y dirigentes que con su esfuerzo y honorabilidad han hecho posible llegar al centenario, así como a los jugadores que se enfundaron en la albinegra, y los empleados que han trabajado por el club».

Foto de familia con todos los premiados. GABRIEL UTIEL BLANCO

El presidente detalló los grandes pilares de la entidad, comenzando por la afición. «No se puede entender el club sin el amor incondicional de la afición, un amor que nos afecta mucho en los éxitos y las derrotas», expresó. El segundo gran pilar, dijo, «es la ciudad y la provincia, una provincia que será albinegra sin desmerecer los logros de nuestros vecinos», unas palabras que arrancaron las sonrisas de los asistentes a la gala.

Finalmente, expuso el valor de la cantera, «con casi 750 niños, 750 familias albinegras que componen nuestra base, desde la Fundació seguiremos trabajando para formar talento y en valores». 

Más allá del fútbol 

El presidente de la Diputación, José Martí, tuvo palabras de reconocimiento para el Club Deportivo Castellón: «Un sentimiento que va más allá del fútbol, porque para generaciones y generaciones de castellonenses ser albinegro ha sido, es y será parte de su ADN». Recordó que el precedente del club era un equipo «llamado Cervantes, el escritor que será recordado por crear a un personaje llamado a luchar contra molinos de viento, y eso es lo que hace el Castellón, con 100 años que dan para alegrías y disgustos».

Además, Martí contó que Cervantes «dijo que confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a las a las muchas y amargas dificultades», para concluir que los éxitos deportivos «volverán pronto».

La entrega de premios, conducida por la diputad provincial de Cultura, Ruth Sanz, destacó que la entrega de distinciones «es el pistoletazo de salida a los actos del bicentenario de la Diputación, una institución que ha trabajado por el desarrollo económico, cultural e industrial» de Castellón. En su introducción destacó el «reto inesperado» de la pandemia, y mostró su alegría «porque las mascarillas ya no pueden ocultar las sonrisas» en una noche de recuerdos.