El anuncio de huelga en la sanidad madrileña que se ha ampliado a toda la atención primaria puede provocar un "efecto contagio", según ha advertido el principal sindicato médico de la Comunitat, CESM-CV. Y es que la principal reivindicación sindical, tanto en Madrid como en la Comunitat, es que faltan médicos de familia para atender los centros de salud y asegurar al paciente una atención rápida y de calidad.
Para tranquilizar los ánimos desde la Conselleria de Sanitat confirmaron que la intención es ampliar esta plantilla creando plazas dentro de las cerca de 1.000 nuevas estructurales que faltan por activar este año, así como en las cerca del millar que el propio conseller de Sanitat, Miguel Mínguez, anunció esta misma semana en Les Corts en la presentación del presupuesto del 2023.
"Desde la Conselleria se crearon plazas de medicina familiar antes del verano y se ampliarán ahora", apuntaron, aunque no concretaron la cuantía. De igual modo, reconocieron que el principal hándicap es la falta de profesionales dado que las bolsas laborales están agotadas. De todos modos, estos puestos, aunque no se puedan cubrir en su totalidad, se habilitan por si entran nuevos candidatos en bolsa.
Plazas creadas antes del verano
En este sentido, en la provincia de Castellón, se dispusieron el pasado mes de mayo un total de 37 nuevas vacantes de facultativos en centros de salud. En concreto, se plantearon siete para el área de salud de Vinaròs, 17 para la de Castellón y 13 para la de la Plana. Por tanto, como denunciaron desde CESM-CV y el Colegio de Médicos de Castellón, esta cuantía resultaba insuficiente teniendo en cuenta que de las 164 nuevas plazas de atención primaria solo 37 fueron de médico de familia, cuando los nuevos puestos de enfermería fueron casi el doble. "Cuando un paciente pide consulta en su centro de salud es para que lo visite el médico no otro sanitario", han insistido en reiteradas ocasiones desde el sindicato.
Más actividad
Y es que la demora en los centros de salud, aunque según el conseller se ha reducido a finales de octubre cuando concluyo el periodo vacacional del personal, sigue siendo desmesurado con esperas de cerca de 15 días en algunos centros de salud. A este respecto, Mínguez ya desveló esta semana que las consultas de atención primaria han aumentado un 25% respecto al 2019, por lo que se comprometió a dar una respuesta a esta circunstancia redoblando los recursos que se destinan al primer eslabón del sistema sanitario.
La falta de médicos
La falta de médicos existente responde a varias circunstancias. Por una parte, según defienden los propios profesionales, a unas malas condiciones laborales con contratos precarios que llevan a los médicos más jóvenes a marcharse a otros países donde, por ejemplo, en Europa, se paga un salario tres veces superior.
Desde la Conselleria siempre han defendido que se contrata a todos los facultativos en bolsa para garantizar una asistencia de calidad.
Pero, sin duda, uno de los principales escollos para resolver este problema, que amenaza con no asegurar el relevo de los médicos que se van a jubilar en los próximos años, es la distribución de plazas de médicos internos residentes (MIR) que lleva a cabo cada año el Ministerio de Sanidad. Y es que la situación de déficit actual requiere habilitar más plazas MIR en atención primaria.
