La polémica por el contenido del examen de la macrooposición de Enfermería del pasado domingo en Castellón no cesa y continúa. El último en pronunciarse al respecto ha sido el conseller de Sanitat, Miguel Mínguez, quien ha asegurado ante las críticas a la prueba que la Conselleria "solo puede vigilar que se cumpla la normativa legal de la convocatoria, ya que no interviene ni en la composición del tribunal ni en las preguntas de los exámenes".
Mínguez se ha pronunciado así este martes ante los medios durante la rueda de prensa que ha ofrecido para presentar los presupuestos de Sanitat del año 2023 para la provincia de Castellón.
El conseller ha señalado que el sindicato SATSE le manifestó este mismo lunes su preocupación ante lo que consideraba un examen "desproporcionado" en las oposiciones para Enfermería.
Supervisar la normativa
"Todos asumimos que el tribunal es independiente y que se rige por una normas, y la Conselleria solo monitoriza que se cumpla la normativa legal", ha añadido.
"Estamos muy vigilantes de que se cumpla la normativa legal de la convocatoria, pero nosotros no podemos intervenir en nada más", ha subrayado Mínguez.
Opositoras de Enfermería
Cerca de 2.600 castellonenses estuvieron convocados para esta oposición a la que concurrieron unas 25.000 enfermeras de toda la Comunitat para 3.817 plazas en juego; 3.372 por acceso libre y otras 445 por promoción interna. Por tanto, hay un puesto por cada seis opositores inscritos en la prueba, aunque Satse ya aventura que puede darse la circunstancia de que se queden plazas sin poder cubrir pese a la elevada concurrencia.
El objetivo de esta convocatoria era reducir la temporalidad en este colectivo profesional, donde ronda el 40%.