El precio de los alimentos continúa sin dar tregua en Castellón a las puertas de la Navidad

Reunir a la familia para compartir mesa en Nochebuena y Navidad saldrá este año por un ojo de la cara. Y no es una exageración. Pese a que en los últimos cuatro meses el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha moderado en Castellón su ritmo de subida, el precio de los alimentos continúa desbocado, con lo que las familias de la provincia se adentran en una campaña navideña, la época de mayor consumo del año, con una cesta de la compra de récord. Y los expertos coinciden, todavía no hay señales de un cambio de tendencia hacia la desaceleración.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado a conocer los datos del IPC de noviembre y en Castellón los precios se situaron en el 7,3%, cinco décimas por encima del dato nacional, que fue del 6,8% y seis décimas más que en el conjunto de la Comunitat Valenciana (6,7%). Y aunque la realidad es que la inflación acumula en la provincia cuatro meses consecutivos a la baja (en julio llegó a situarse en el 12%) por el abaratamiento del coste de la luz y la gasolina, el precio de los alimentos sigue sin dar un respiro (aunque sea pequeño) al bolsillo de las familias.

Hacer la compra en un supermercado o entrar en un establecimiento especializado y adquirir un poco de fruta, carne o pescado resulta cada vez más caro y en Castellón los alimentos cuestan ahora un 16,2% más que hace un año. En noviembre los precios volvieron a crecer un 0,5%, mientras que si se compara con el dato del mes de enero, el alza es del 14,3%.

Los alimentos son, de lejos, la partida que más se ha encarecido en los últimos doce meses y, además, constituyen una de las pocas cosas que en noviembre han seguido aumentando de precio. Así, el grupo que componen los gastos residenciales (vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles) bajó en noviembre un 4,5%, mientras que en los últimos doce meses el descenso ha sido del 0,1%.

Lo que también es más barato es el transporte (en el último mes los precios cayeron un 0,1%), las comunicaciones (-0,1%) o los restaurantes y hoteles (-0,2). Aun así, estos últimos acumulan un incremento del 7,9% en un año.

En cambio, el vestido y el calzado escapan a la bajada y en noviembre se incrementaron un 2,3%, mientras que en doce meses el alza ha sido del 0,8%. Nada que ver con el subidón del 16,2% que han experimentado los precios de los alimentos. 

Las mayores subidas

Para llenar la despensa hay que rascarse el bolsillo, pero no todos los alimentos han subido en la misma proporción. Colocar en el carrito del súper un paquete de azúcar es un 46,3% más caro que hace un año. Algo similar ocurre con la leche (32,5 % más costosa que en noviembre del 2021); el aceite (+32%, aunque si se mira el aceite de oliva virgen la subida es todavía superior); los huevos (26,5%) o derivados lácteos como los yogures (+22,5%). 

Tampoco se libran de los incrementos otros productos esenciales como el pan (que ha aumentado su coste en la Comunitat en un 15,7%) o las patatas (22,4% de subida) o aquellos alimentos que, especialmente en Navidad, son casi insustituibles. Es el caso de la carne (la de porcino y vacuno se encarecen más de un 11% y la de ave, hasta un 17%), el pescado fresco (+10,2%) o incluso las hortalizas y legumbres, que incrementan su precio un 15,7%. Además, adquirir crustáceos como gambas o langostinos será esta vez hasta un 15,1% más caro.

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