la policía local pide la identificación a dos mujeres

La clínica de abortos de Castelló denuncia «el acoso» a sus pacientes con rezos y pancartas

La ley considera un delito presionar a las mujeres que quieren interrumpir la gestación

Agentes de la Policía Local de Castelló piden la identificación a las dos mujeres.

Agentes de la Policía Local de Castelló piden la identificación a las dos mujeres. / Sara Rios

La clínica Mediterránea Médica, el único centro privado de la provincia de Castellón que realiza interrupciones voluntarias del embarazado, la mayoría de ellas derivadas de la sanidad pública, denuncia «las continuas presiones» que un grupo antiabortista está realizando los últimos días a las mujeres que acuden a las instalaciones.

«Llevan aquí delante desde el pasado miércoles, algunas pacientes nos dicen que se sienten presionadas», señalan desde el centro. Según pudo comprobar este periódico, dos mujeres estuvieron delante de la clínica con una pancarta que colocan en uno de los bancos del parque Ribalta. Se trata de la campaña 40 Días por la Vida dirigida a acabar con el aborto a nivel local mediante la oración. «Nosotras no presionamos a nadie, solo estamos rezando en la vía pública», afirmó ayer una de ellas, quien no quiso entrar en más valoraciones, mientras la otra rezaba el rosario.

Dos mujeres rezan el rosario delante de la clínica que practica abortos en Castelló.

Dos mujeres rezan el rosario delante de la clínica que practica abortos en Castelló. / Sara Rios

En la página web de este movimiento, que se califica como pro vida, figuran 25 ciudades españolas, entre ellas la capital de la Plana, en las que las personas adheridas pueden inscribirse para rezar delante de la clínica Mediterránea. Así, se afirma que cuentan con 78 voluntarios para realizar los diferentes turnos.

Sobre las 11.00 horas de este pasado lunes, una patrulla de la Policía Local pidió la identificación a las dos mujeres que estaban rezando el rosario ante la clínica, las cuales ante la presencia de los agentes optaron por marcharse del lugar.

Los antiabortistas se colocan delante de la clínica Mediterránea, en un banco del parque Ribalta.

Los antiabortistas se colocan delante de la clínica Mediterránea, en un banco del parque Ribalta.

Reforma penal

Desde el pasado mes de abril acosar a las mujeres que acuden a clínicas abortivas está considerado un delito penado con entre tres meses y un año de prisión o con trabajos comunitarios, después de la modificación realizada en el Código Penal para tipificar estas prácticas. En la legislación se asegura que resulta «imprescindible garantizar una zona de seguridad alrededor de los centros sanitarios que facilitan la interrupción voluntaria del embarazo de forma que quede garantizada la intimidad de las mujeres, su libertad y seguridad física y moral, así como su derecho a la libre circulación y de este modo garantizar los derechos sexuales y reproductivos».

«Nosotros solo reclamamos que se cumpla la ley y se vele por garantizar esta zona de seguridad para las pacientes. No pueden estar ahí delante porque las mujeres aseguran que se sienten intimidadas, asediadas y presionadas», afirmó ayer el ginecólogo y director de la clínica Mediterránea, Josep Lluis Carbonell.

«Lo que están haciendo es ilegal, un delito», recalcó Carbonell, al tiempo que recordó que a finales del año pasado ya sufrieron también otra especie de ataque en las instalaciones de Castelló, después de que varias personas empapelaran esta clínica privada con mensajes antiabortistas.

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