HABRÁ SERVICIOS MÍNIMOS

2.500 médicos de Castellón están llamados hoy a hacer huelga

El Sindicato Médico evalúa su fuerza en el primer día de paro en la sanidad valenciana

Protesta celebrada el 15 de febrero de la organización convocante, el Sindicato Médico, frente a la Conselleria.

Protesta celebrada el 15 de febrero de la organización convocante, el Sindicato Médico, frente a la Conselleria. / LOYOLA PÉREZ DE VILLEGAS

Victoria Salinas

Los más de 15.000 médicos que trabajan en la sanidad pública valenciana, de los que unos 2.500 corresponden a la provincia de Castellón, están llamados hoy a hacer huelga después de fracasar las negociaciones entre el sindicato convocante (CESM-CV) y la Conselleria de Sanidad, que se han prolongado durante más de dos meses. La de hoy será la primera huelga de facultativos que se convoca y se celebra en el sistema valenciano en 28 años, después de la que mantuvo el colectivo en 1995 durante 72 días. Y hay fijadas otras dos fechas más: 3 de abril y 8 de mayo.

La huelga sigue la estela del resto de las que se han convocado en el resto de autonomías --también por el sindicato médico o por sindicatos hermanos-- y busca mejorar las condiciones laborales de este colectivo en un contexto postpandemia de «degradación» de la sanidad pública, colapso de centros de salud y hospitales, listas de espera y «jornadas interminables», según denuncian desde la formación. 

¿Qué piden?

En estos dos meses ha dado tiempo a que el sindicato pusiera sus líneas rojas de entre las 42 peticiones que formalmente presentó. Entre ellas, estaría el aumento de plantilla, mejoras salariales o la implantación efectiva de la jornada de 35 horas para todos los médicos. También se encuentran una serie de peticiones más concretas y perentorias para los especialistas de los centros de salud (como médicos de familia y pediatras) como poner un tope a los pacientes que ven cada día y buscar una solución para que el «exceso» de citas. Es la solución pacta ya en otras autonomías. 

En los hospitales, desde el sindicato buscaban que se pagaran mejor las horas extras, poner un máximo de guardias presenciales o que todos los profesionales de más de 46 años quedaran exentos de hacer guardias. Para los profesionales de emergencias, reivindican cuestiones como el pago de dietas o aumento de plantillas. 

¿Avances para un pacto?

Las negociaciones se rompieron la semana pasada, además entre acusaciones mutuas de haber roto la baraja, pero en las seis reuniones del comité de huelga celebradas, administración y sindicato habían avanzado en ciertos puntos claves como la jornada de 35 horas o el tope a las agendas en los centros de salud. Aun así, y ante la «falta de concreción» por parte de la conselleria y el que no llegara a tiempo una propuesta negro sobre blanco, el sindicato convocante entendió que las negociaciones estaban en punto muerto, lo que supuso el principio del fin. 

Las peticiones de la CESM no han caído, sin embargo, en saco roto pese a que finalmente se vaya a celebrar la huelga. Al poco de convocarse, el resto de sindicatos que componen la mesa sectorial de Sanidad (y que agrupan al 95% de la representatividad entre los trabajadores) decidieron abrir una vía de diálogo sobre las peticiones más relevantes pero en la mesa sectorial, para que las mejoras llegaran a todos los trabajadores. Es en este foro donde sí está habiendo acuerdos. 

Sanidad ha puesto ya un calendario para aplicar la jornada de 35 horas a todos los trabajadores sanitarios y se ha empezado a hablar de otras cuestiones como el tope de las agendas. De hecho, en la reunión con todos los sindicatos del pasado viernes se estuvo a punto de firmar un primer acuerdo sobre las 35 horas pero, al no estar previsto explícitamente en la jornada, no hubo acuerdo al faltar la unanimidad. El resto de sindicatos acusaron directamente a la CESM de bloquear el pacto para «no quedarse sin argumentos para ir a la huelga». El próximo 8 de marzo se han vuelto a citar.

Seguimiento

Según cifras aportadas por el propio sindicato médico CESM, en la Comunitat Valenciana suman entre 6.000 y 7.000 afiliados lo que supondría cerca de la mitad de la plantilla de facultativos de la pública. Cuántos de los médicos de la pública irán a la huelga (afiliados o no) es, sin embargo, una incógnita también para el sindicato, que reconoce que el colectivo de facultativos es «difícil de movilizar», aunque sí que esperan un seguimiento más acentuado en los centros de salud entre médicos de Familia y pediatras.

No hay que perder de vista tampoco en el éxito de los paros el impacto que ir a la huelga tiene en los profesionales: un mínimo de 200 euros brutos menos en la nómina de este mes, según han apuntado a este diario varios especialistas, y el recorte en días de vacaciones, por ejemplo. 

¿Me puede afectar?

La Autoridad laboral ha impuesto ya una serie de servicios mínimos para garantizar la asistencia médica este lunes. Así, se mantendrán al 100% la plantilla de médicos en servicios vitales como las UCI, reanimación, trasplantes, diálisis, radioterapia, las SAMU o las urgencias extrahospitalarias que ofrecen los centros de salud fuera de su horario habitual. Los servicios mínimos marcan que tendrán que trabajar al menos el 50% de médicos en servicios como oncología, de cirujanos que se ocupen de intervenciones programadas, o los de hospitales de día.

En lo referente al día a día de los centros de salud, Trabajo ha considerado que sería suficiente que se funcionara «como un sábado», lo que supone tener al menos un tercio de la plantilla. Los especialistas que pasen consulta tendrán que dar al menos el 25% del servicio y en la puerta de urgencias y en las salas de hospitalización se podrá trabajar como un domingo o día festivo. 

El precedente de 1995: un paro a caballo entre dos gobiernos

Trescientas mil pesetas más al año para cada médico que trabajara en un hospital público. Fue la última oferta que ponía sobre la mesa el gobierno de Joan Lerma para intentar desactivar la huelga convocada por el sindicato médico independiente de Valencia (SMIV). Era el 15 de mayo de 1995 y la propuesta no cuajó.  

Al día siguiente, los facultativos de los hospitales valencianos arrancaban una protesta que duró casi dos meses y medio, tanto que el comité de huelga inició las negociaciones teniendo como conseller al socialista Joaquín Colomer y terminó pactando con otro Joaquín el popular Farnós, que llegó a la cartera de la mano del recién llegado Eduardo Zaplana. Ya que, como ahora, aquella huelga también cuajó al calor del periodo electoral.

El primer día, y según las informaciones publicadas en aquellos tiempos, las cifras de seguimiento bailaban entre el 31% de médicos (según Sanidad) y el 80%, según los convocantes. En total, fueron 72 días en los que se llegaron a suspender 5.000 operaciones. El acuerdo llegó el 26 de julio tras la toma de posesión del equipo de Zaplana: 33.000 pesetas más al mes para cada médico. La huelga había llegado a su fin. 

Desde aquellos convulsos meses la sanidad valenciana no ha enfrentado una huelga general de médicos aunque sí ha habido paros parciales y movilizaciones como la de los médicos internos residentes (MIR). Hoy, casi 28 años después, se reedita a menor escala pero con varios paralelismos. Por un lado, la protesta se planteó en periodo preelectoral, los paros se repetían en el resto de España y, entonces también, el resto de sindicatos echaron en cara al sindicato de clase que las negociaciones se sacaran de la mesa sectorial. Ahora hay que ver cuánto tarda la resolución del actual conflicto.

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