Castellón necesita otros diez juzgados para aliviar el atasco

Si la Justicia es lenta es menos justa y en Castellón el atasco que sufren prácticamente todos los órganos jurisdiccionales se ha convertido ya en un problema crónico. Y los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) así lo revelan. Durante el 2022, los tribunales de la provincia registraron 74.434 procedimientos (un 11,3% más que en 2021) y al cierre de año quedaban por resolver la friolera de 41.593 asuntos, un 8,3% más que el año anterior. Un colapso que viene de lejos y cuya solución pasa, fundamentalmente, por dotar de más medios a una administración, la de Justicia, que en la provincia tarda hasta año y medio en señalar una vista.

El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) acaba de cuantificar y poner nombre y apellidos a los juzgados que necesita Castellón para aliviar la carga de trabajo que soportan jueces, fiscales y funcionarios. En su memoria anual, presentada por su presidenta, Pilar de la Oliva, el órgano judicial apunta que en la provincia urgen diez nuevos juzgados: cinco de Primera Instancia e Instrucción, 1 de Penal, dos de Violencia contra la Mujer, 1 Contencioso-Administrativo y 1 de lo Mercantil. Además, el TSJCV reclama dos plazas de magistrados para las secciones 3 y 4 de la Audiencia Provincial.

De los 5 tribunales de Primera Instancia que reivindica para la provincia, dos están en Castelló (los números 11 y 12), mientras que los otros tres se reparten se ubican en Segorbe (número 2), Vila-real (número 6) y Vinaròs (6). 

Además, el TSJCV apuna a la necesidad de dotar a Castelló con un quinto juzgado de lo Penal, un tercer tribunal de lo Contencioso-Administrativo y un segundo de lo Mercantil. Por último, demanda dos nuevos juzgados de Violencia contra la Mujer: el 2 de Vila-real y uno en Vinaròs.

Tras insistir en la necesidad de que más medios, De la Oliva asegura que es el momento «de llevar a cabo profundos cambios, ya que la realidad tecnológica y los cambios sociales exigen otro tipo de respuesta». «Mientras no se aborde el cambio de modelo organizativo, que considero agotado, se hace necesario seguir creando nuevas unidades judiciales», dice