Revolución médica para los festejos taurinos

Un médico de Castellón desarrolla una técnica para las hemorragias por asta de toro

El cirujano del General de Castellón acude a San Fermín con un equipo de médicos valencianos

Una simulación de uso del catéter que se hincha.

Una simulación de uso del catéter que se hincha. / Mediterráneo

Pablo Ramón Ochoa

Fue frecuente ver a aficionados castellonenses corriendo delante de los toros en los encierros del pasado San Fermín. Lo que no era tan fácil era ubicar al grupo de médicos valencianos que estaba al otro lado de las barreras, con su ambulancia, preparados para atender a los posibles heridos por asta de toro. San Fermín es uno de los lugares críticos en lo que se refiere a que un ciudadano común reciba una cornada potencialmente mortal. Esa fue la misión del equipo Prehospital Critical Care que acudió a Pamplona por segundo año consecutivo con un dispositivo médico especial que puede ayudar a reducir las muertes por traumatismos penetrantes con hemorragias fuertes --como es el caso de las cornadas de toros--. 

El doctor Andreu Martínez, cirujano general en el Hospital General de Castellón, durante los últimos Sanfermines.

El doctor Andreu Martínez, cirujano general en el Hospital General de Castellón, durante los últimos Sanfermines. / Mediterráneo

De hecho, lo que desplegaron en San Fermín tan solo fue la extensión a nivel nacional de una técnica que ya llevan un tiempo utilizando en numerosos festejos de bous al carrer en la Comunitat Valenciana. Uno de los miembros del equipo es el cirujano general y digestivo en el Hospital General de Castellón, Andreu Martínez. Este médico, natural de Alcàsser, explica a este rotativo que la suya es «una técnica pionera». «La implementación de la técnica ayuda a disminuir la mortalidad en estos eventos, porque habitualmente cuando hay una cornada grave o existe un traumatismo taurino grave, la mortalidad principal es en el lugar del evento».

"La mayoría de veces fallecen en el lugar"

En otras palabras, que el tiempo de traslado a un hospital termina siendo fatal para el herido, que muchas veces llega fallecido a las instalaciones. Lo que hace Prehospital Critical Care es, básicamente, utilizar un aparato que hasta ahora no salía nunca del hospital --al menos, en España, puesto que en EEUU sí que se utiliza más fuera de los centros sanitarios--. 

Se trata de un catéter que los médicos introducen por la arteria femoral, que tiene un tamaño de unos dos milímetros, pero que una vez dentro del cuerpo tiene la capacidad de transformarse en un pequeño balón que se hincha en diferentes localizaciones para detener la hemorragia. Su nombre técnico es Reboa (balón de oclusión intra-aórtico). «Es una técnica vascular para hinchar el balón y conseguir un control temporal de la hemorragia, frenarla y estabilizar al paciente», dice el propio Martínez.

En disparos y accidentes

La mitad de los miembros del operativo son valencianos y la asociación sin ánimo de lucro DYA Navarra los llamó para participar por segundo año en San Fermín. Por suerte, ninguno de los dos años han tenido que actuar, puesto que no ha habido cornadas de gravedad entre los corredores. «Donde sí lo hemos utilizado ha sido en los festejos taurinos de la Comunitat Valenciana. Y estamos implementando esta formación para que haya más compañeros sanitarios que asistan a estos eventos con formación o especialización», incide el cirujano del Hospital General de Castellón.

Eso sí, el Reboa aún cuenta con un pero: «El dispositivo tiene un precio elevado y se hace difícil que haya un acceso en todo tipo de ambulancias», considera Martínez, quien destaca además que el Reboa también se puede utilizar en «heridas por armas de fuego y accidentes» para realizar una reanimación avanzada del paciente.