Naranjas con forma de pera: la nueva patología que afecta a los cítricos de Castellón

Nueva amenaza cara a la próxima campaña citrícola. Desde la Unió Llauradora advierten de que en las últimas semanas se ha detectado una afección en naranjas y mandarinas, que podría suponer una merma en la cosecha y en el valor comercial de la producción.

Según la organización agraria, el problema consiste en una "fisiopatía en las naranjas y mandarinas que alarga considerablemente el fruto y le confiere una forma bien distinta a la que debería ser habitual a estas alturas de la campaña". De esta manera, hay frutos en etapa de crecimiento que presentan aspecto alargado, "en forma de pera".

Los orígenes

En lo referente a las causas, "podría ser consecuencia de los efectos de la meteorología extrema que vivimos a lo largo de esta primavera y verano y que provoca daños fisiológicos y comportamientos diferentes en las plantas. En estos casos concretos podría deberse a un estrés en la floración", apunta la Unió.

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La organización indica que por el momento no se trata de daños graves en todas las explotaciones citrícolas de la Comunitat Valenciana, "pero sí que se van observando cada vez más". En este sentido Carles Peris, secretario general de la Unió, señala que "hasta la fecha los daños que se aprecian en los campos no son demasiado alarmantes, pero sí nos vienen a transmitir que la meteorología últimamente nos aparece con más fenómenos extremos que afectan al comportamiento habitual de las plantas". 

Solicitan compensaciones

Dentro del informe de daños climáticos que elabora la Conselleria de Agricultura cada semestre en colaboración con las organizaciones agrarias y cooperativas, la Unió ya trasladó la existencia de esta circunstancia para que se tuvieran en cuenta a la hora de posibles exenciones fiscales para los productores. 

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Además, solicita también que este tipo de fisiopatías queden incluidas dentro de las coberturas por riesgos excepcionales de la línea del actual seguro de cítricos, "ya que en la actualidad no lo están y su presencia se está haciendo ya habitual por la meteorología".

Efectos de la sequía

A este problema se une la debilidad que muestran algunas variedades de cítricos, un hecho que denunció por vez primera la Associació de Llauradors de Nules. Esta entidad solicita que se refuerce el abonado de las explotaciones de cítricos. Por parte de las comunidades de riego atribuyen esta circunstancia a las consecuencias del cambio climático. La normativa no permite el abonado de diciembre a febrero, al considerar que los árboles están en hibernación.

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En cambio, el último invierno, más caluroso de lo normal, no se dio la hibernación, por lo que los naranjos y mandarinos crecieron sin tener aporte de abonos. Por esto, se pide que se modifique la normativa de abonado, con el fin de que se tengan en cuenta estas circunstancias.

Para la próxima campaña se teme una merma de la cosecha. Según la Unió, en Castellón esta disminución será de cerca del 5%. Por encima del 2% contemplado en el conjunto de la Comunitat.