AFECTA A 180 TRABAJADORES

Cese de la manipulación de cítricos en Greenmed en Almassora: "Enrique Martinavarro no dejaría que la empresa se fuera al garete"

La firma ofrece a la plantilla de Almassora ir a trabajar a Valencia o abandonar la compañía

Sindicatos negocian transporte o guardería para trasladar empleos a otras instalaciones

Trabajadores se concentran a las puertas de la empresa en una imagen de archivo

Trabajadores se concentran a las puertas de la empresa en una imagen de archivo / MANOLO NEBOT

C. González / EFE

Trabajar en la provincia de Valencia o abandonar la empresa. Este binomio constituye las dos opciones que la empresa Greenmed de Almassora, compañía del grupo Martinavarro dedicada a la manipulación y comercialización de cítricos, ofrece a las 180 personas de la plantilla afectadas por el cierre de la planta castellonense para producción, tal y como avanzó Mediterráneo.

La presidenta del comité de empresa de la planta por UGT --el sindicato mayoritario--, Mariló Benedicto, plasmó este martes el descontento de los trabajadores con la medida. «Puede ser una empresa de más de cien años, pero primero ha sido de Enrique Martinavarro y era familiar, y tenían un miramiento por los trabajadores superior al de ahora», aseguró Benedicto sobre la firma que tiene como principal accionista al fondo inversor Miura.

Aluden a un tema económico

«Estoy segura de que si fueran los anteriores propietarios no hubieran permitido que la empresa se fuera al garete», añadió, apuntando que desde la propiedad «ahora aluden a un tema económico, que no es rentable porque son máquinas obsoletas. En cierto modo tienen razón pero en lugar de abrir otro almacén como en Sollana o Villalonga, podrían invertir aquí, aunque alegan que es complicado porque no hay espacio suficiente para la ampliación».

Benedicto insistió en que están en «plena negociación», pero lamentó lo que ocurre porque «esta empresa ha sido el buque insignia de Martinavarro» y hay personas que trabajan en ella desde hace tres décadas: «Yo estoy desde 1982 y antes ya funcionaba».

Este martes tuvo lugar la primera toma de contacto de las negociaciones y el jueves se volverán a reunir representantes de los trabajadores y de la compañía. 

Más de 100 kilómetros

Por ahora, la propuesta de la firma del sector agrícola plantea que el personal, en su mayoría mujeres, acepte voluntariamente trasladarse hasta las plantas que la empresa dispone en las localidades de Sollana, Xeraco y Villalonga. 

Esto implicaría desplazarse diariamente entre 103 y 160 kilómetros desde la ubicación actual, lo cual supone en vehículo privado realizar un trayecto de entre una hora y una hora y 40 minutos, según cada caso.

«Si para ese traslado ponen un autobús, guardería y un habitáculo para poder estar, a lo mejor alguna gente sí que se iría, porque hay gente joven que necesita ese jornal», indicó la presidenta del comité de empresa sobre una de las peticiones defendidas por los agentes sociales. 

La otra opción, para quien no quiera desplazarse, consiste en abandonar la compañía y acogerse a la indemnización. Por parte de UGT, tal y como apuntaron ayer, lucharán «para que sea la máxima posible» y que los que se vayan que lo hagan «en unas condiciones decentes».