El Consell prioriza la financiación y el déficit sin renunciar a la deuda

El Gobierno de Mazón defiende que no perdonará «ni un euro» de una condonación, pero pone el foco en cambiar el sistema de reparto

La consellera Merino preside la reunión con los expertos del sistema de financiación.

La consellera Merino preside la reunión con los expertos del sistema de financiación. / German Caballero

Diego Aitor San José

Si el Consell que encabeza Carlos Mazón afrontase las negociaciones financieras con el Gobierno central como si de un menú de mediodía se tratara, el primer plato sería mantener el déficit en sus presupuestos al 0,3 %; el principal (habitualmente el más copioso) consistiría en lograr una reforma de la financiación autonómica favorable para la Comunitat Valenciana mientras que el postre, en el caso de que finalmente vaya incluido para todos los comensales, sería obtener una quita de la deuda en el mismo porcentaje que lo tuviera el resto. 

Déficit, financiación y deuda forman la triada que afecta directamente a las cuentas de la Generalitat y que dependen de pactos entre el Estado y las autonomías, aunque no en todos tiene puesto el mismo interés el ejecutivo autonómico. De hecho, la dirección nacional del PP, según El Periódico de España, del grupo editorial de Mediterráneo ya ha transmitido a los barones que rechacen la quita de la deuda con el objetivo de presionar para lograr un nuevo sistema de financiación, algo que no coincide con la hoja de ruta del Consell. 

Génova considera que las once autonomías gobernadas por los populares tienen capacidad de obligar al Gobierno a abordar ya el nuevo marco del sistema de financiación, fijando unos nuevos criterios y evitar así «caer» en la pretensión del Ejecutivo de centrarse en la asunción de la deuda, que califican de «trampa» al validar un «traje a medida» hecho para Cataluña. 

Estas directrices no se amoldan exactamente al plan que tiene el Consell, que no tiene intención de rechazar una quita (pese a que Vox, a través de su vicepresidente en el ejecutivo autonómico, Vicente Barrera, ha mostrado su opinión contraria), aunque sí que confluye con Génova en que la «prioridad absoluta» es la reforma de la financiación.  

El mismo trato que Cataluña

Fuentes de Presidencia de la Generalitat insisten en que no van a perdonar ni un euro de una posible asunción del pasivo por parte del Estado. «Si hay una quita, el Consell exigirá al menos el mismo trato porque, a diferencia de Cataluña, esta región sí está infrafinanciada», remarcan por su parte fuentes de la Conselleria de Hacienda, que destacan que la prioridad está en la reforma de la financiación, para lo que pide al Gobierno central que haga una propuesta porque «es su responsabilidad». 

Es ahí donde chocan las agendas y las prioridades. El Ejecutivo central parece haberse centrado en este inicio de año en la asunción de la deuda. María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda, anunció una ronda de contactos con las autonomías para tratar este tema, mientras culpa al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de «falta de liderazgo» porque los territorios donde gobierna su partido no tienen una posición común. 

Sin embargo, en el Consell insisten en que la «prioridad absoluta» es la reforma de la financiación y hacia ahí quieren dirigir el debate. Según la visión que trasladan fuentes del Palau, Pedro Sánchez no tiene recursos financieros para poder ofrecer un sistema alternativo al actual que sea viable y atractivo para contar con el visto bueno de los territorios del PP y del PSOE y sin enfadar a sus socios en Cataluña, que han pedido un trato «singular». 

Mantener el 0,3 %

La reflexión interna que trasladan fuentes del Consell es que aunque la condonación del pasivo pueda alcanzar los 10.000 millones de euros, si no hay reforma del modelo de reparto la Comunitat Valenciana volverá a endeudarse. «La prioridad absoluta es la reforma del sistema de financiación, sin ella, cualquier condonación es un parche», insisten fuentes del departamento que dirige Ruth Merino. 

En las últimas semanas el Consell ha apretado el acelerador en este debate. Además de la cumbre que se celebrará con Murcia y Andalucía, y a la que se ha invitado a Castilla-La Mancha gobernada por el socialista Emiliano García-Page, el Ejecutivo valenciano añade sus propias variables para condicionar el debate. La última es la petición de un fondo transitorio de nivelación de 1.500 millones que debería incluirse en los próximos Presupuestos Generales del Estado. 

A esta petición se añade la negociación por mantener el 0,3 % de déficit de unos presupuestos que fueron aprobados por las Corts a finales de año y que ya están en vigor. El ministerio situó la referencia en el 0,1 %, un desvío de 300 millones que el Consell no quiere ceder. Pero a nadie le extrañaría que este porcentaje llegue a formar parte de una de las tantas batallas políticas que aparecen en el menú. 

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