La sequía se agrava: El norte de Castellón entra en emergencia y la Plana ya está en prealerta

La situación de escasez hídrica va a más en la provincia, aunque la Conferación del Júcar no prevé, de momento, ninguna restricción  

El embalse de María Cristina,  en el término de l’Alcora, se encuentra a tan solo el 7,68% de su capacidad

El embalse de María Cristina, en el término de l’Alcora, se encuentra a tan solo el 7,68% de su capacidad / Manolo Nebot

Elena Aguilar

Elena Aguilar

La lluvia continúa sin acordarse de Castellón. La falta de precipitaciones y las temperaturas inusualmente altas hace semanas que pasan factura a los embalses, que se encuentran al nivel más bajo en 17 años. Y, aunque la situación en la provincia no es comparable a la que se vive en Cataluña, la sequía se agrava semana tras semana. Tanto que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) acaba de decretar la situación de emergencia por escasez hídrica en el sistema Sènia-Maestrat, que en estos momentos tiene embalsados tan solo 1,18 hectómetros cúbicos de agua, el 10,71 % del total de su capacidad. Así, ya son dos las zonas de Castellón que se encuentran en una posición crítica, dado que el Palancia también se halla en emergencia desde hace un mes.

La Confederación ha actualizado este lunes el informe de seguimiento de los indicadores de sequía de la cuenca del Júcar (los valores se revisan a principios de cada mes) y, además de declarar la emergencia en el sistema Sènia, ha cambiado la calificación del Millars, el tercero de los  sistemas hídricos en los que se divide la provincia y que engloba a la mayor parte del territorio. De esta manera el Millars, que hasta ahora permanecía en una posición de normalidad, pasa a estar en prealerta por sequía.

Situación de escasez de agua

Situación de escasez de agua / MEDITERRÁNEO

Aunque a medida que pasan los días el panorama empeora (para decretar una situación u otra los técnicos analizan el parámetros como el agua acumulada en los embalses o el caudal de los ríos y los cotejan con los valores medio de los últimos 30 años), la CHJ descarta decretar medidas excepcionales, al menos, de momento. «Hoy por hoy no hay previstas restricciones de agua ni para el riego ni para el consumo doméstico», señalaron ayer desde la entidad que dirige Miguel Polo.

La Confederación no prevé restricciones, pero el hecho de que el sistema Sènia-Maestrat, donde se engloban municipios como Vinaròs, Benicarló o Peñíscola, haya entrado en emergencia sí implicará aplicar de manera paulatina las diferentes medidas contempladas en el plan especial de sequía, que se actualizó en 2023. Unas acciones que se centran principalmente en reforzar la concienciación, restringir el agua superficial suministrada para distintos usos como el agrícola, incrementar el control o movilizar suministros externos como cisternas. Además, los municipios de más de 20.000 habitantes afectados por esta situación de emergencia deberán poner en marcha sus planes especiales de sequía.

Riego en el Millars

En la Plana, en cambio, la situación es mejor. Pese a que la CHJ ha decretado la prealerta, tanto los técnicos como los regantes insisten en que hay agua suficiente para garantizar el riego durante toda la campaña. De hecho, los embalses de Arenos y Sitjar acumulan casi 58 hectómetros cúbicos de agua y en una campaña de riego el consumo es de unos 30.

Los indicadores muestran como el déficit hídrico es cada vez más grave y Compromís reclama ayer al PP de la Diputación que «supere el negacionismo climático» y recupere el plan Director del Agua frente a la sequía de la zona norte de la provincia.

Por su parte, el PSPV de Castelló pide a la alcaldesa Begoña Carrasco la puesta en marcha de un plan de optimización de recursos hídricos en la ciudad para baldear y regar.