El campo no se rinde y alza la voz en Castellón: estos son sus testimonios

Unos 300 agricultores y 100 tractores cortan los accesos al puerto de Castellón en protesta por la situación «agónica»  del sector

La policía desaloja a la fuerza a los manifestantes

El campo no se rinde de Castellón alza la voz: sus testimonios

Gabriel Utiel

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Segundo asalto de los agricultores de Castellón. Bajo el grito "la Administración nos arruina", unos 300 profesionales de la provincia y un centenar de tractores cortaron ayer los accesos a PortCastelló para mostrar su rechazo a la entrada de fruta y verdura de terceros países y clamar contra «las malas políticas de los malos gobiernos» que asfixian a un sector que agoniza desde hace muchos años y que ahora ha decidido decir basta.

Si el lunes fueron unos 200 los tractoristas que, de manera espontánea y organizados a través de whatsapp, colapsaron la ronda de circunvalación de Castelló y la carretera N-232, la protesta de ayer, convocada por la Unió Llauradora i Ramadera, fue secundada por unas 400 personas de prácticamente todos los rincones de Castellón, desde Vinaròs a Almenara. Trescientas de ellas llegaron en coche (la mayoría lo hicieron formando una caravana desde Betxí) y bloquearon los accesos al puerto, que durante cuatro horas permanecieron cerrados. 

Vídeo: La policía desaloja a los agricultores manifestantes

Gabriel Utiel

Con pancartas en las que podía leerse "No a les importacions de països tercers; Estamos en la Uci o Nuestro fin será vuestra hambre", los agricultores lanzaron cajones de naranjas al suelo en protesta por las importaciones de fruta de Egipto en plena campaña local. Asimismo, arremetieron contra los puertos de Castellón o València ya que, según denunciaron, son los que más bonifican las tasas a la entrada de productos agroalimentarios.

Los manifestantes, que formaron una barrera con neumáticos a los que después prendieron fuego, aseguraron sentirse agredidos. «No entendemos cómo al lado de nuestra casa nos agreden de esta forma», denunció Carles Peris, secretario general de la Unió, quien agregó que los puertos «son la entrada de esa competencia desleal de productos agrarios de terceros países que no cumplen ninguna normativa en cuanto a los estándares que nosotros sí cumplimos».

Pero además de hacer hincapié en el perjuicio que supone para la agricultura la entrada de fruta y verdura foránea, los participantes en la protestas dirigieron sus dardos hacia la administración de la UE, pero también autonómica y estatal. «Están legislando de espaldas al sector, sin escucharnos y eso no puede ser», argumentaban.

Caravana de tractores

Además de los agricultores y ganaderos que durante horas cortaron los accesos a PortCastelló, dos caravanas integradas por medio centenar de tractores bloquearon la avenida Ferrandis Salvador. Los conductores, llegados de municipios como Cabanes, Vall d’Alba o la Pobla de Tornesa circularon a marcha lenta durante horas por la ronda de circunvalación de la capital, lo que provocó importantes retenciones durante buena parte de la mañana. Una vez en el Grau, su intención era llegar hasta los acceso al puerto, pero la Policía Nacional se lo impidió.

La protesta convocada por la Unió empezó sin incidentes y así siguió durante buena parte de la mañana, aunque poco antes de las 14.00 horas las cosas cambiaron. La Policía Nacional, que desplegó un fortísimo dispositivo de seguridad, con helicóptero incluido, obligó a los manifestantes a disolverse y, ante la negativa de estos que defendían que habían pedido permiso para realizar la protesta, procedieron a desalojar a los concentrados, entre ellos, el máximo responsable de la organización agraria, que fue sacado en volandas por agentes antidisturbios.

La actuación de la policía fue duramente criticada por los agricultores que secundaron la manifestación. «Es una vergüenza. Aquí hay más de 50 policías y cuando nos roban las algarrobas no aparece ni uno», criticaron varios de los participantes en la protesta. «Somos agricultores y nos tratan como delincuentes», sostuvieron otro grupo de llauradors.

Críticas a la subdelegada

La Unió Llauradora i Ramadera exigió la dimisión de la subdelegada del Gobierno en Castellón, Antonia García Valls. «La actitud de la policía ha sido lamentable y desmesurada. Obedeciendo órdenes de sus superiores, han impedido el acceso de los tractores a la protesta pese a los muchos kilómetros desde sus lugares de origen que han hecho para llegar y han desalojado de mala manera a los participantes en la protesta», apuntó el propio Carles Peris.

Además de la concentración protagonizada por los agricultores de la Unió, en el interior de Castellón un grupo de tractoristas de Vall d’Alba, la Serra d’Engalcerán o Albocàsser volvió a tomar las carreteras en protesta por la situación crítica del sector. En Valencia y Alicante también se repitieron las movilizaciones.