ESTUDIO DEL MINISTERIO DE TRANSPORTES

El tráfico de camiones bate récord en la AP-7 en Castellón con 11.472 al día

La circulación de vehículos pesados en la autopista dobla a la de la autovía A-7, que marca mínimos

Camiones en la autopista AP-7 a su paso por la provincia de Castellón.

Camiones en la autopista AP-7 a su paso por la provincia de Castellón. / MEDITERRÁNEO

Iván Checa

Iván Checa

El tráfico de vehículos en las vías rápidas de la provincia de Castellón, como la AP-7 y la A-7, cambió drásticamente el 1 de enero del 2020 al levantarse las barreras del peaje de la autopista con su liberalización por el fin de la concesión.

Desde entonces, la cantidad de vehículos que soportan ambas vías experimenta un trasvase, con especial incidencia en el caso de los camiones, llegándose a batir récords históricos tanto de máximos como de mínimos durante el pasado 2023, según los datos publicados recientemente por parte del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

Una media de 11.472 camiones circulan cada día por la AP-7. Se trata del dato más elevado apuntado por la estación permanente de medida ubicada en la zona sur de la provincia en el registro histórico del ejecutivo central, que se remonta al año 1988. Solo durante el ejercicio pasado el volumen de camiones creció un 3,1% interanual, si bien esta subida se encadena desde años atrás.

El otro récord, a la baja

De esta forma, la autopista soporta más del doble de camiones que la autovía A-7, también en la estación ubicada al sur de Castellón, punto por el que pasa cada día una media de 5.437. Se trata nuevamente de un récord histórico, aunque en este caso por ser la cifra más baja de la serie. La tendencia aquí es de descenso del tráfico, con una caída del 7,1% el año pasado y otra del 9,4% el anterior.

El presidente de la Asociación Empresarial Castellonense de Transportes de Mercancías por Carretera (ACTM), Carmelo Martínez, confirma que su sector prefiere elegir la AP-7 para los desplazamientos. «Salvo que vayamos a cargar a azulejeras, optamos por la autopista, sobre todo cuando circulamos en tránsito internacional o hacia otras zonas de España», explica, a la vez que incide en que la liberalización de la vía se erigió como un «beneficio» al transporte por carretera.

Más allá de los vehículos pesados, los ligeros representan también una parte importante de la circulación de ambas vías. La autopista tuvo el ejercicio pasado 42.839 usuarios diarios (un 6% más), de los que 31.367 fueron turismos o similares. Estos últimos experimentaron un auge del 7%. Mientras, en la autovía se alcanzaron los 30.877 usuarios al día, cifra que se mantiene similar al año anterior, con solo un +0,3%, gracias precisamente a los vehículos ligeros, que crecieron un 2,1% hasta los 25.439 y lograron compensar la caída de los camiones.

Las consecuencias

Las cifras se traducen, en el caso de la AP-7, en problemas de capacidad puntuales y un lastre a la fluidez del tráfico, por ejemplo por los adelantamientos entre los vehículos pesados. Los estudios realizados por el Ministerio de Transportes antes de la liberalización de la autopista ya contemplaban la problemática ante el trasvase de tráficos a esta vía desde otras que antes no tenían peaje.

Existe un proyecto para implantar terceros carriles de circulación rápida para adelantamiento y apartaderos entre Castelló y Almenara, precisamente donde existe una mayor intensidad del tráfico, si bien todavía no se han materializado ni tampoco hay fechas. Los transportistas inciden en su «necesidad» con tal de «descongestionar» la autopista. 

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