REPORTAJE

Del 'brandy' de leyenda al 'boom' de licores artesanos de kilómetro cero en Castellón

A bodegas centenarias de producción limitada como Segarra con su brandy napoleónico de leyenda (de 1921), el moscatel del Carmelitano que nació con los frailes, el anís de Bodegas Vidal, o el aguardiente de Herbés se han unido ‘start-ups’ agroalimentarias con elixires de cosecha propia y sello Castellón Ruta de Sabor 

Destilerías, bodegas y licores artesanos de ayer y hoy, en Castellón.

Destilerías, bodegas y licores artesanos de ayer y hoy, en Castellón. / Mediterráneo

Barricas de roble, alambiques, etiquetas de diseño, botellas de colección, granel, garrafas,...El diccionario licorero artesanal evoca elixires centenarios que sobreviven al paso del tiempo en Castellón. En las comarcas de la Plana, el Maestrat o els Ports perviven las Bodegas del Carmelitano (Benicàssim), Bodegas Vidal (antaño en Castelló, y ahora en Almassora), la mítica Segarra (de Xert) o la Destilería Herbesense (Herbés).

Bodegas el Carmelitano. Zona de catas.

Bodegas el Carmelitano. Zona de catas. / Mediterráneo

La afición y el uso de productos de cosecha propia, de kilómetro cero, como los cítricos, ha auspiciado un auténtico boom de licores artesanos surgidos en los últimos años. Casi cada municipio tiene el suyo. Muchos surgen auspiciados por la marca de calidad agroalimentaria de la Diputación, Castellón Ruta de Sabor. Nueva cantera como Nelet (Vila-real), Flor de Azahar (Burriana), Desarrollos Zurriburri (Argelita), El Carajillo (Castelló), Limoncello (Sant Joan de Moró) y Sentiments Gourmet (Vila-real); junto a otros como el clásico Carmelitano (Benicàssim). Otro capítulo aparte requerirían los vinos y cervezas también made in Castellón.

La ‘Nuleta’ es la base de elaboraciones en Vila-real y Burriana

De la ginebra premium a la Nuleta

Desde la Administración inciden en que «estos licores son un producto de vital importancia para el club Ruta de Sabor por el cariño, la atención y el saber hacer que nuestros productores prestan al elaborarlos». «En los últimos meses acaban de pasar auditorías favorables para su certificación Sabores Naturales Licora (l’Alcora), Alimentaria del Palancia (Segorbe) con ginebra premium y Carmelitano (con un nuevo sabor de cola)», subrayan. La clemenules de la Plana (certificada por la IGP Cítricos Valencianos), llamada Nuleta, es la materia prima de un nuevo licor presentado a finales del 2023 por Flor de Azahar y Nelet.

Nelet.

Nelet. / Mediterráneo

Por citar a un emprendedor que ha convertido una afición con amigos en un medio de vida, Manolo Navarro y su mujer, Noelia Bort, crearon en 2011 «una empreas familliar»: Nelet (diminutivo de Manel, su hijo). «La comarca de la Plana es cuna desde hace décadas del cultivo de las mejores mandarinas al situarse en un entorno privilegiado entre el cauce y desembocadura del río Mijares, y bañada por el mar Mediterráneo con la protección de la sierra de Espadán a sus espaldas», señala

Manolo, quien empezó como un hobbie llevando más de 40 mezclas distintas de su licor para que lo cataran en su peña, en fiestas, y de ahí perfeccionó hasta conseguir la mejor combinación de ingredientes, en su justa medida. «Elaboramos un licor de manera casera con mandarinas, limones y naranjas de nuestro huerto.

Manolo, en su huerto.

Manolo, en su huerto. / Mediterráneo

La gran aceptación de amigos y familiares, como obsequio en comuniones, etc. nos descubrió una oportunidad de negocio ya que en el mercado no había ninguna empresa con este tipo de producto. Fuimos pioneros en este campo y nos ofrecía una alternativa laboral de futuro y una alternativa a comercialización de nuestras mandarinas y naranjas. Ahora embotellamos y comercializamos», relata. Su gama ha ido a más: limón, naranja, café, arroz y cremas. En su equipo de personal está Cristian;_y en época de recolección y temporada alta les ayudan sus hijos Manel y Neus, la abuela Tere y demás familia.

El coñac de Charlton Heston y George Bush

Julián Segarra Ortí, con la mítica furgoneta de reparto de la Destilería Segarra, en el Maestrat.

Julián Segarra Ortí, con la mítica furgoneta de reparto de la Destilería Segarra, en el Maestrat. / Mediterráneo

En un pueblecito que ronda los 700 habitantes, Xert, se forja el brandy más antiguo del mundo, que ha conquistado los paladares de nobles y famosos (los rumores apuntan a Charlton Heston, Julio Iglesias, Aki Hito o George Bush).

La bodega de palacio

El heredero, Julián Segarra Esbrí, es el último destilador artesanal del Maestrat -su padre, Julián Segarra Ortí, falleció en 2009- y comercializa estos tesoros, de gran prestigio incluso más allá de nuestras fronteras, desde la más absoluta discreción. Pero sí remite a Mediterráneo a escritos donde hila anécdotas como esta: «Nací sin pedirlo en el seno de una familia destiladora de varias generaciones con una obligación preestablecida de por vida al registrarme con el mismo nombre que el de mi abuelo Julián por aprovechar las etiquetas de las botellas».

Y sigue con la saga: «Hacia la segunda década del siglo XX la Guerra Europea trajo una gran recesión y enfermedades. La condesa de Xert puso a la venta su finca y el tío Quico (bisabuelo de Julián Segarra) la adquirió, con interés por la bodega. Él ya era hijo del fabricante de Aguardientes de Xert, importante destilador español de vinos, higos y alcoholes. En 1921 Quico destiló en su alambique todo el vino envejecido de los barriles de la bodega del Conde de Pestagua y guardó el aguardiente obtenido en barriles de roble. Este pasó como brandy a mis abuelos Vicenta y Julián, y mis padres lo conservaron en barril de roble americano: con el tiempo se convirtió en el brandy Gran Maestre, el más viejo del mundo».

Alambique que emplea leña de olivo.

Alambique que emplea leña de olivo. / Mediterráneo

Botellas antiguas que se venden en portales de internet por 10.000 euros cada una.

Botellas antiguas que se venden en portales de internet por 10.000 euros cada una. / Mediterráneo

Una botella de coñac Segarra de los años 40 se vende por 10.000 € en un foro

Bayas de enebro del Maestrat y alambique con leña de olivo son parte del secreto. Una producción limitada y precio estratosférico, no tanto para quienes saben apreciar «su aroma, sabor y color». Solo una botella de coñac Segarra de los años 40 y de los 70 también se vende en un foro de coleccionistas y en otro portal de internet de anuncios entre particulares por 10.000 euros.

Cuatro generaciones

Imagen actual de la planta embotelladora.

Imagen actual de la planta embotelladora. / Mediterráneo

Otra histórica es Bodegas y Destilerías Vidal, fundada en 1899 por Miguel Vidal Garcés, en l’Alcora. «Miguel tenía un almacén de frutos secos y cereales, si bien debido a la demanda de aguardientes en la época, compró un alambique y empezó a producir y comercializar anises y brandis. Esa fue la chispa que ha llevado a cuatro generaciones, hasta nuestros días», relatan. Miguel Vidal Ferrer, segunda generación, trasladó el negocio a Castelló en la avenida Rey Don Jaime, junto al IES Ribalta. Posteriormente fundó junto con otros socios una bodega y alcoholera en Benlloc, donde se surtía de las uvas de los viñedos de la zona.

Recuerdo de Bodegas Vidal.

Recuerdo de Bodegas Vidal. / Mediterráneo

El negocio prosiguió con Miguel Vidal Pontones y Joaquín Jordán Bielsa, con el traslado a Almassora en 1980. «De la época conservamos ilustraciones publicitarias que se proyectaban en los cines durante los intermedios», relatan.

Hoy Joaquín Jordán Vidal (cuarta generación) dirige la empresa, con un plan tecnológico y líder en la Comunitat, con dos líneas con capacidad de 12.000 y 8.000 botellas/hora, y un volumen anual de 6 millones de botellas.

El secreto mejor guardado de los frailes

Bodegas el Carmelitano.

Bodegas el Carmelitano. / Mediterráneo

Otras Bodegas, la de El Carmelitano, tienen a Manuel Blasco, maestro destilador durante más de 30 años y gerente de este negocio de vinos dulces y destilería de las más antiguas del país. «Destilamos productos de forma artesana desde 1912 en Benicàssim pueblo, aunque los Padres Carmelitas comenzaron en 1896 en el Monasterio del Desert de les Palmes. Hace unos 40 años decidieron dejar el negocio, vendieron la marca Carmelitano y lo arrendaron, aunque conservan la propiedad. Tras pasar por varias manos privadas, desde hace tres décadas lo lleva la familia Cremades. Se elaboran cuidados lotes de 500 litros, garantía de calidad y finura.

Bodegas El Carmelitano de Benicàssim.

Bodegas El Carmelitano de Benicàssim. / Mediterráneo

Organizan visitas turísticas guiadas y exportan, esporádicamente, a México, Vietnam, Ghana, Portugal, Italia, Alemania o Suiza. Producen para terceros y, como no, el licor Carmelitano, el buque insignia, con destilación artesanal, como en 1896, en alambiques de cobre: «Quintaesencia de finas hierbas, raíces y semillas, es símbolo de contemplación, ingenio y trabajo. Su fórmula sigue siendo un secreto». 

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