De una jornada prometedora a una completamente desfavorable para el CD Castellón. La derrota ante el Linense, unida a los empates en los cuatro duelos entre sí entre el resto de los nueve primeros (Villarreal B-Gimnàstic, San Fernando-Alcoyano, Algeciras-Albacete y Atlético Baleares-Andorra), dan la vuelta a una situación próspera. El caso es que todos los rivales directos ganan un punto respecto a los de Sergi Escobar y descuentan una jornada. Además, y aunque simplemente por la diferencia general de goles, vuelven a estar fuera de puestos de play-off.
Tarde de fiesta en el Estadio Castalia, noche de resaca. Y el domingo, todavía más. De haber ganado a la Balona, el Castellón sería cuarto y se habría puesto a dos puntos del tercero y el segundo. La realidad anula las cuentas de la lechera. Sextos, y con 30 puntos por disputar, casi, casi hay que despedirse ya de las tres primeras plazas. Lo único a lo que hay que agarrarse, es que tiene que enfrentarse a los que copan el podio: al Andorra, el próximo sábado en el Principat; y más adelante, a Villarreal B y a Albacete (ambos en Castalia).
Regresan las dudas
Tres victorias consecutivas cortadas de cuajo por una derrota justa y clara frente a la Balompédica (0-2), con un calendario complicado. De los 10 partidos que le quedan, siete son ante rivales directos: Albacete, Villarreal B, Andorra, Atlético Baleares, Algeciras, Gimnàstic y Alcoyano. Los otros tres, frente a Barcelona B, Linares y Cornellà.
Además, en la primera vuelta, los albinegros solamente fueron capaces de imponerse a los mallorquines (2-1 en casa), lo que tampoco anima mucho la cosa.
La derrota del sábado, por inesperada e inapelable, alimenta las dudas. Un Castellón desnortado, que no fue capaz de generar verdadero peligro (a excepción de un remate de Pablo Hernández en el primer tiempo y otro de Juanto Ortuño, muy al final), con una vulnerabilidad inexplicable en defensa a pesar de lo poco que atacaron los gaditanos. Y, sobre todo, los nervios incluso después del 0-1, aún con más de media hora por delante para enmendar la situación, la nula capacidad de respuesta verdadera... Es decir, nada a lo que agarrarse, ni un jugador al que aferrarse en medio del caos.
¿Qué pasa en castalia?
Más allá de que el sábado, por las circunstancias (fiestas, meteorología...), no era el mejor día para calibrar el impacto de la asistencia de público, lo cierto es que el Castellón, lejos de hacerse fuerte en casa, ha tirado por el sumidero de la avenida Benicàssim muchos puntos. Demasiados. Cinco derrotas en 14 partidos son cifras, directamente, de un equipo candidato a no bajar más que de uno con la etiqueta de aspirante al ascenso. Los albinegros solo han ganado la mitad de sus comparecencias en casa... y todavía restan cinco partidos. Ha marcado casi los mismos goles que ha recibido (17 contra 14), con tres derrotas por más de un gol.
Se quedan sin el premio
Escobar, inicialmente, alentó el adelanto del partido frente al Linense del domingo a las cinco de la tarde al sábado a la misma hora, aduciendo «razones deportivas» a la hora de explicar el cambio, una vez no consiguió del club gaditano un día (viernes) u hora (sábado más tarde) favorable a sus intereses.
En la programación semanal, la sesión del domingo por la mañana, día grande de la Magdalena, ya estaba contemplada, aunque existía la intención de conceder un par de días libres a la plantilla, en caso de haber ganado, puesto que el encuentro frente al Andorra (sábado a las 19.00 horas) todavía quedaba lejos. Los albinegros se ejercitaron en Castalia, a pocos kilómetros hacia donde miles de castellonenses peregrinaban después de dos años sin poder hacerlo a causa del coronavirus.
De entrada, Escobar perderá a Borja Martínez, que salvo alegaciones, acaba de ver la quinta amarilla del primer ciclo. El centrocampista albaceteño se unirá a su paisano César Díaz y a su compañero de demarcación Carles Salvador (ambos lesionados) para el crucial compromiso en el Estadi Nacional d’Andorra.
