El CD Castellón echará el cierre a una mala temporada este sábado en el Estadio Castalia (18.30 horas). Será una triste despedida, después del tremendo desplome de las últimas 10 jornadas, en las que los albinegros ocuparían la penúltima posición del grupo 2 de Primera RFEF. El reciente 5-0 contra el Barcelona B ha sido el duro colofón a ese derrumbe.
No obstante, hay dos circunstancias que evitarán la que podría ser la más floja afluencia de espectadores del ejercicio, que ya ha ido cayendo a la par que las aspiraciones deportivas del equipo. Por un lado, la presencia de unos 200 seguidores del Leeds, el antiguo equipo de Pablo Hernández, que arroparán a su ídolo. Por otro, el Cornellà, que se juega el descenso a Segunda RFEF, vendrá arropado por sus más fieles incondicionales, puesto que la entidad barcelonesa costea el desplazamiento en autobús y la localidad a sus abonados.
Desde el inicio de temporada, ha sido habitual la presencia de seguidores ingleses, tanto en Castalia como en algunos desplazamientos (Murcia, Valdebebas, La Línea de la Concepción...). Prueba de la huella que dejó el Mago en este también histórico equipo que, además, acaba de sellar su permanencia en la Premier, en una última jornada de infarto. Ese es el germen de la relación entre ambas aficiones, con la Fedpecas como nexo de unión, plasmada en la Peña El Mago.
Jugándose la vida
Este nutrido grupo de seguidores, pase lo que pase en este encuentro que despide la temporada regular, se lo pasará en grande. Los del Cornellà dependerán del resultado del partido y de otros cuatro campos, pues no dependen de sí mismos para sellar la permanencia. La directiva, con una mujer al frente (Maribel López ha accedido hace poco a la presidencia), paga el viaje a sus socios y subvenciona a los que no lo son, que, por 20 euros, tendrán el bus y la entrada.
