Medunjanin (Castellón): «Quiero que me vean y piensen: si este tío, con 38 años, da el 100...%»

Quien pensaba que Haris Medunjanin (Sarajevo, 8 de marzo de 1985) iba a hacer valer su condición de «amigo» --como él mismo describe-- de Dick Schreuder para dejar la brumosa Holanda y disfrutar del clima, la gastronomía y los atractivos de la provincia de Castellón, se equivocaba de todas, todas. Titular en estas tres primeras victoriosas jornadas, autor del primer gol de la temporada (convenientemente dedicada a su maestro), el bosnio, que llegó a intercambiarse la camiseta con Leo Messi durante el Mundial de Brasil 2014, ha liderato la rutilante puesta en escena de este CD Castellón que juega bien y bonito... y gana... aunque él mismo se pone un próxima fecha de caducidad.

Aquí, la entrevista completa.

En primer lugar, ¿cómo está siendo su adaptación a Castelló?  

Siempre digo que España es un sitio muy bonito y un buen lugar para jugar al fútbol, aunque aquí haga más calor que en A Coruña [jugó en el Deportivo entre 2014 y 2016] y Valladolid [2008 a 2010].

¿Cómo fue su llegada al Castellón, de la mano de Schreuder? Porque al principio se especuló con que iba a colgar las botas para ser ya un ayudante suyo... 

Le dije a Dick que si él se venía, yo también quería ir con él. También tenía yo contrato con el PEC Zwolle, pero lo arreglé con el presidente. Quería ayudarle con el idioma, con su filosofía, con los jóvenes..., pero también para aprender de él como entrenador, porque estoy ya al final de mi carrera. Hablamos y me dijo que él también quería que yo siguiese jugando. Le comenté que mientras yo me sintiera bien, que vale, pero que tenía que estar al 100%; que no iba a entrenar dos días sí y dos de descanso. Que iba a darlo todo en el campo hasta que no pudiera más y que, en ese momento, pediría el cambio. De lo contrario, entendía que sería una falta de respeto hacia mis compañeros.

Pues el nivel que ha dado en estas tres primeras jornadas ha sido espectacular: titular, marcando el primer gol ante el Málaga y dando el otro día el 2-1 a De Miguel...  

No estoy sorprendido con mi rendimiento personal. Sé que ahora estoy jugando, pero porque hay muchos lesionados. En cuanto vuelvan todos, ellos serán los que tendrán que jugar y yo estaré en el banquillo. No pasará nada, lo entiendo. Además, tengo casi 39 años y no puedo aguantar todos los partidos porque el nivel de esta categoría es muy alto y no se ganan los partidos con facilidad.

Aunque se le ha visto con libertad de movimiento, usted debe ser uno de los futbolistas del equipo que más kilómetros recorre y, sin duda alguna, de los que más zona de campo ocupa...  

Mira, sé que la gente podía pensar al principio que este es el amigo del entrenador y jugará siempre, podrá hacer lo que quiera, se quedará arriba y no bajará a defender... Pero lo que yo quiero ser, es un ejemplo para los demás. Que me vean y piensen: si este tío, con 38 años, da el 100% en los entrenamientos y en los partidos, contra rivales que tienen 10, 15 o 20 años menos, yo también. Si puedo aguantar este nivel, ellos también. Porque jugamos como entrenamos: muy, muy fuerte. Y más duro era en Holanda, porque, aquí, Schreuder ha tenido que ir poco a poco cambiando la mentalidad de los futbolistas, ir haciendo cambios, porque en España es todo el trabajo con la pelota, pero en plan tranquilo...

¿Cómo ha visto, por ejemplo, la evolución de los futbolistas del Castellón que seguían de la temporada pasada en estos dos meses aproximadamente, desde el primer día de la pretemporada a esta tercera jornada ya?  

Al principio alucinaban y estaban muertos. Se acercaban y me preguntaban cosas sobre el míster, porque no lo entendían, no sabían lo que tenían que hacer... Ahora, algunos de esos mismos jugadores, cuando acaba un entrenamiento, preguntan: «¿Y ya está, ya se ha acabado?». Entiendo que son muchos y grandes cambios en muy poco tiempo, pero los resultados están dando la razón.

¿Cree que Schreuder es un potencial entrenador, por ejemplo, de equipos de Champions?  

Yo creo que sí. Me fui de Estados Unidos a Zwolle por él, y de Holanda a Castellón ahora. Siempre juega igual: todos al ataque y todos a defender. Y estoy convencido de que si jugáramos en el Bernabéu o en el Camp Nou, no cambiaría. Está claro que si es el minuto 90 y vas 2-1, tienes que aguantar el resultado, pero él siempre quiere más [hace poco más de seis meses logró un récord en la segunda división de los Países Bajos: el 13-0 del Zwolle al Den Bosch]. Y a mí me gusta eso, jugar de tú a tú, no tener el balón por tenerlo, no esperar a que te llegue... Es divertido para el futbolista llegar al área rival con cinco, seis o siete compañeros, como se ha visto en estos primeros partidos; o que el portero esté casi en el centro del campo. ¡Si fuera por Dick, jugaría hasta sin portero! Aunque todo eso implique también que todos tengamos que defender y hacer un esfuerzo físico mucho mayor.

Algo debe tener Schreuder, cuando le ha seducido a usted ya en la recta final de su carrera o al propio Voulgaris, yendo a firmar a un entrenador a los Países Bajos para ponerle delante además un contrato largo...  

La gente pregunta cómo es posible que lo haya fichado en Holanda o le haya ofrecido un contrato de cuatro años. Pero es que Bob también cree en él, porque se nota la diferencia. Luego se conseguirán o no los objetivos, pero es divertido. La gente, ahora, cuando va al estadio, sabe que va a haber a un equipo que jugará al ataque, que marcará goles. Así, hay más opciones de ganar partidos. 

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