Primera RFEF

La crónica del Castellón-Atlético de Madrid B | Bailando bajo la lluvia (2-0)

El Castellón doblega al filial del Atlético de Madrid con goles de Medunjanin y Óscar Gil, y mantiene el liderato pese al empuje del Ibiza

Mendunjanin celebra el 1-0 del Castellón en Castalia.

Mendunjanin celebra el 1-0 del Castellón en Castalia. / KMY ROS

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Algún día tendrá que acabar, porque todo termina en esta vida, pero acudir a Castalia para ver jugar al Castellón es pura vitamina. El Castellón doblegó al filial del Atlético de Madrid, 2-0, con goles de Medunjanin y Óscar Gil, y mantiene el liderato pese al empuje del Ibiza.

Cinco partidos y cinco victorias en casa, 25 puntos de 27 posibles y casi 3 goles de media en Liga. El albinegrismo mira la clasificación y le entra la risa. El Castellón de Dick Schreuder es un equipo que saca lo mejor de ti: te hace empatizar con los dilemas del rival, pensar en sus vidas. Porque si arriesgas en la salida y te roba en la presión, te descoyunta en transición. Si le vas a buscar, el portero luce pie en largo y el ariete juego de espaldas. Y si te proteges en campo propio, y le dejas hacer, te agita en la turbina del juego de posición, y es ancho y profundo y te empuja una y otra vez contra la grada de Gol. Resumiendo: jugar contra el Castellón es una ruina.

El primero

Este domingo, antes del primer minuto ya había provocado el Castellón un córner, y antes del minuto 6 ya estaba Castalia bailando bajo la lluvia. Con el 1-0 dieron ganas de bajar al césped con un mensaje para los jóvenes del Atlético y decirles que estuvieran tranquilos, que lo que les estaba pasando le está ocurriendo a todo el mundo. El Castellón se adelantó repitiendo esfuerzos en la presión hasta que De Miguel abrió la caja fuerte, con el robo, y Villahermosa encontró con temple a Medunjanin en el área, y éste enroscó la pelota en la red con la clase que le caracteriza.

Castalia entró entonces en trance con espíritu festivo. No deja de ser curioso que un equipo construido, a priori, en función del neutro dato, compita después con una pasión desorbitada, con el corazón caliente y el machete frío. Por momentos se crea en Castalia, que es ahora mismo el lugar donde todo el mundo quiere estar, una energía que va del césped a la grada y de la grada al césped, y que todo lo ilumina. Las amarguras mutan en alegrías y los jugadores en héroes, que a todo se atreven. El Castellón rozó el segundo en disparos y maniobras variadas de Chirino (relevo de Manu Sánchez, ausente por enfermedad), Julio Gracia, Villanueva y Raúl Sánchez, todos encendidos, y en el 27 también acertó De Miguel, pero se lo anularon por fuera de juego psicológico.

Los riesgos

Esta fiesta, como todas las fiestas que merecen la pena, tiene también sus riesgos. El Castellón está en el proceso de descubrir cuáles son sus límites. Durante el juego se ve obligado, de vez en cuando, a bajar el ritmo, y los centrales danzan siempre en el alambre a campo abierto. Si estás en la grada, lo mejor para la salud es no mirar atrás y fijarte en el balón. En el primer tiempo, el Castellón corrigió los desajustes gastando cartulinas amarillas. Un buen precio.

El 1-0 del descanso era lo mejor para el cuadro visitante, que no puso a prueba a Crettaz, el portero local, en toda la primera parte. En la segunda, el partido bajó de ritmo. Con este Castellón uno nunca sabe si es un asunto físico o se está tomando un respiro. El caso es que Tevenet inyectó frescura desde el banquillo y el Atlético sufrió menos. El encuentro se igualó y el filial avisó en un par de merodeos a pelota parada.

El segundo

Schreuder respondió renovando pulmones en el medio. Sentó a Julio Gracia, dio carrete a Cristian y cobró el premio gordo enseguida. Al Castellón le salió la típica de los equipos a los que les sale todo. El primer balón que tocó Cristian originó el 2-0: un córner que combó a la cabeza de Óscar Gil. La pelota entró tras tocar en el larguero, en el minuto 71, culminando una secuencia perfecta cuando Castalia empezaba a ver las orejas al lobo.

El 2-0 templó los ánimos de los locales. Siguiendo el rebufo de la euforia, De Miguel anotó la posible sentencia, pero se la anularon de nuevo por fuera de juego.

El broche

Con todo, la tónica general fue otra --más de invierno, acorde a la lluvia- en un segundo acto que dejó pistas interesantes sobre el rendimiento del equipo a largo plazo. Porque no siempre todo sale perfecto, y el Castellón perdió una buena dosis de brillantez, pero siguió siendo competitivo. Incluso, en el tiempo de prolongación, por si faltaba algo llegó la parada de Crettaz, que salvó un mano a mano frente a Guerrero. Y por si alguien se la perdió, hizo otra de regalo en un tiro cruzado de Diego Bri. Entonces sí, la velada estaba completa: honores y aplausos para todos. Sigue el sueño colectivo.

La ficha técnica

Castellón: Crettaz; Iago Indias, Óscar Gil, Salva Ruiz; Chirino, Calavera, Villahermosa, Julio Gracia, Raúl Sánchez, Medunjanin y De Miguel.

Técnico: Dick Schreuder.

Cambios: Cristian por Julio Gracia (min. 70); y Alberto Jiménez y Jeremy de León por Chirino y Mendunjanin (min. 81).

At. Madrid B: Iturbe, Carlos Puga, Kostis, Marco Moreno, Pablo Pérez, Assane Ndiaye, Sergio Guerrero, Aitor Gismera, Diego Bri, Mario da Costa y Nabil Touaizi. 

Técnico: Luis García Tevenet. 

Cambios: Mariano Gómez por Marco (min. 45), El Jebari y Maroto por Nduaye y Da Costa (min. 61), Joel Arumi por Puga (min. 72), y Niño por Nabil Touazi (min. 79).

Goles

1-0. Min. 6: Robo de De Miguel, asistencia de Villahermosa y remate de zurda de Medunjanin.

2-0. Min. 71: Óscar Gil cabecea a la red un saque de esquina botado por Cristian.

Árbitro: Monterrubio Torres, del colegio aragonés. Amonestó a Óscar, Julio y Calavera; y a Marco.

Estadio: Castalia. Espectadores: 12.256. Noche lluviosa.

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