Salto de gigante para acabar con la brecha digital en muchos puntos del interior de la provincia. 25 pueblos y pedanías del Castellón vaciado contarán con internet de alta velocidad a corto-medio plazo, antes del 2023, aunque algunos ya podrán tenerlo a partir de este mismo verano, incluso. Son los plazos que maneja Ibérica de Redes, la operadora de telecomunicaciones que se encarga de la extensión de la banda ancha, que, en concreto, instalará la fibra óptica en 4.913 unidades inmobiliarias --domicilios, negocios y empresas-- de núcleos de poblaciones en riesgo de despoblación.

La compañía ha desplegado ya la red en Vistabella, Benafigos, Culla y Xodos, con la previsión de que los clientes puedan tener ya servicio a mitad de junio, y ahora los operarios trabajan en Villanueva de Viver, Fuente la Reina o las pedanías de San Vicente de Piedrahita (Cortes de Arenoso), Los Calpes (Puebla de Arenoso), Cedramán (Castillo de Villamalefa) y las Girabas (Ludiente), donde están colocando el equipamiento para hacer llegar esta tecnología. En julio les dan el circuito, por lo que calculan que sus vecinos podrán empezar a disfrutar del salto tecnológico a partir de entonces.

Lograr una mayor cobertura de fibra óptica es una de las reivindicaciones más demandadas por los vecinos y los munícipes del interior. La imagen viral del alcalde de la Todolella subido al tejado de su granja para poder conectarse a internet simboliza la brecha digital que aún sufre el entorno rural y que provoca, entre otras consecuencias, que las empresas ubicadas allí sean menos competitivas.

Una "revolución"

Por ello, los vecinos y alcaldes de estos pequeños núcleos poblacionales califican como una auténtica «revolución» la llegada de la fibra óptica a estas zonas. Javi Flor es uno de ellos. Este joven se desplaza los fines de semana a la casa de sus padres en Giraba de Abajo, donde junto a Giraba de Arriba no superan los 50 habitantes durante el año. «Se va a notar, los jóvenes no podemos pasar sin internet; además, abre la puerta a que la gente pueda venir a teletrabajar y empezar otro estilo de vida». 

María José Tena, la alcaldesa de Castell de Cabres, el municipio más pequeño de la provincia, destaca el salto cualitativo que supone. «Ahora mismo hay viviendo 11 personas y la media de edad se sitúa en los 50 años; es gente que tiene explotaciones agrarias y necesitan hacer trámites telemáticos y ahora no pueden». 

«En Castell de Cabres ahora mismo hay viviendo 11 personas y la media de edad se sitúa en los 50 años; es gente que tiene explotaciones agrarias y necesita hacer trámites telemáticos y no puede»

María José Tena - Alcaldesa de Castell de Cabres

Su homólogo de Puebla de Arenoso, Mateo Luna, también considera muy positiva la medida para las pedanías de Los Calpes, La Monzona y Los Cantos, donde en total residen unas 80 o 90 personas. «Además de para los que ya vivimos aquí, es una gran ayuda para quien tenga ganas de venir al campo y aprovechar las oportunidades que tiene el mundo rural».

"Es una gran ayuda para quien tenga ganas de venir al campo y aprovechar las oportunidades que tiene el mundo rural»

Mateo Luna - Alcalde de Puebla de Arenoso

Fondos europeos

Tal como apunta el director técnico y de operaciones de la empresa, Pedro Sánchez, este despliegue por las zonas rurales es posible gracias a las ayudas del Gobierno, con fondos europeos, a través del programa de extensión de banda ancha (PEBA), que fue adjudicado a Ibérica de Redes a finales del año pasado. Se trata de un proyecto nacional que busca no dejar desatendido a los núcleos urbanos más pequeños, en algunos casos con 20 habitantes o menos, ya que «si no llegan ayudas, nadie va a desplegar la fibra en esos lugares». El motivo es que son «operaciones antieconómicas y poco rentables» para las operadoras, que hace que sea «inviable» instalar una red de fibra óptica en esas zonas si no hay subvenciones de por medio.

En el caso de Castellón, la campaña de despliegue de la empresa (que también actúa en zonas de costa, pues ya actuó en el litoral sur de Benicàssim) proyecta terminar toda la red a finales del 2022, por lo que será un proyecto «escalonado» en el que irán dando servicio, a medida que acaben los trabajos de campo, a partir del mes de junio.