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BORRÓN Y CUENTA NUEVA PARA LOS SOCIALISTAS

Nuevo episodio del sainete de la Vilavella: cierran la semana sin una moción de censura validada

El Ayuntamiento notifica al PSOE que la última solicitud presentada con dos firmas distintas es incorrecta

Zaragoza, en primer término, en uno de los primeros plenos de la legislatura tras dimitir Manel Martínez (PSOE) y elegir alcaldesa a Carmen Navarro (IxLV). Mònica Mira

A día de hoy, en el Ayuntamiento de la Vilavella aún no hay ninguna propuesta de moción de censura válida, ya que el PSOE local no presentó su tercera iniciativa en menos de una semana, a pesar de que el jueves anunciaron que lo harían «en las próximas horas». Según explicaron este viernes desde la ejecutiva provincial, están a la espera de que la secretaria municipal les dé indicaciones sobre cómo han de hacerlo de nuevo «para evitar cualquier error».

Los servicios jurídicos han emitido un informe, notificado a los firmantes de la moción, según confirmó la alcaldesa, Carmen Navarro. Se limita a exponer que la propuesta de moción registrada el miércoles (proponían a Abelardo Zaragoza como alcalde) también está mal tramitada, como sucedió con la primera. En este caso, porque adjuntaba dos documentos, uno firmado el lunes ante notario por cuatro ediles socialistas y el tránsfuga Abelardo Zaragoza, y otro rubricado un día después por una concejala del PSOE.

Ante dos mociones mal presentadas en menos de una semana, el PSOE local, con el apoyo del provincial, persiste en su intención de forzar el relevo al frente del Ayuntamiento, por lo que, previsiblemente, presentarán una tercera petición --nadie ha precisado aún en qué plazo--, en la que la alternativa a la alcaldía será Sebastià Roglà, portavoz socialista.

Sin debate y voto no hay moción

"Una moción de censura no puede entenderse completamente tramitada si no hay deliberación y votación en el pleno"

Manuel Martínez Sospedra - Catedrático en Derecho Constitucional del CEU Cardenal Herrera

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En cuanto a las dudas sobre si en la misma legislatura un concejal puede firmar más de una moción de censura (como expone la ley de régimen electoral en su artículo 197), el catedrático en Derecho Constitucional del CEU Cardenal Herrera, Manuel Martínez Sospedra, afirma que aunque el texto normativo es ambiguo al no concretar qué se considera como «tramitación completa», que es la condición a la hora de contabilizar las mociones que puede firmar un edil durante un mandato, desde su interpretación expone que «no puede entenderse completamente tramitada si no hay deliberación y votación en el pleno».

Resuelta esta incógnita, que da libertad a los socialistas para presentar una nueva propuesta que subsane los dos errores previos, la otra pregunta que surge es si sería legítimo pactarla con una persona a la que el Partido Popular de Castellón ayer describió expresamente como un tránsfuga. Su secretario general, Salvador Aguilella, emplazó al PSOE a cumplir «el pacto antitransfuguismo que todos los partidos democráticos nos dimos para garantizar, desde el respeto a las instituciones, la mejor gestión para los ciudadanos». Y recuerda que, en virtud de ese acuerdo estatal, «ningún partido se podrá apoyar en un tránsfuga para formar gobierno, y precisamente lo que ha hecho el PSOE es incumplirlo», remarca.

Lo que dice el PSOE

Defienden que Zaragoza no es tránsfuga porque nunca ha formado parte del grupo municipal popular y afean al PP que se saliera del pacto antitransfuguismo, por lo que «no puede dar lecciones».

Lo que dice el PP

Aseguran que Zaragoza es un tránsfuga porque traicionó al partido al facilitar la elección como alcalde de un socialista, razón por la que fue expulsado del partido y tomó posesión ya como no adscrito.

La postura del PSOE provincial respecto de esta acusación es negar la mayor. A su entender, Abelardo Zaragoza no es un tránsfuga porque «nunca ha formado parte del grupo municipal popular», ya que no llegó a tomar posesión en el pleno de investidura al que, hay que recordar, no se presentó, de forma intencionada, para que quedara proclamado como alcalde el socialista Manel Martínez.

En su defensa, aducen que lo hizo «porque lo traicionó el PP». Que tras facilitar la elección de un alcalde del PSOE, un mes después votara a favor de la coalición del PP e IxLV, y ahora vuelva a cambiar su posición para dar el gobierno de nuevo a los socialistas no lo consideran transfuguismo.

¿Es un tránsfuga o no?

Una sentencia del 2020 del Tribunal Supremo ha tratado la cuestión. Especifica que el tránsfuga, en el caso de pactar la gobernabilidad de un consistorio, no puede ver aumentadas sus retribuciones ni sus competencias. Precisamente en su comunicado del jueves, el PSOE dijo de forma expresa que eso no sucederá con Abelardo, y así reconocerían de manera implícita su condición de tránsfuga, porque si como dicen, no lo fuera, atribuirle responsabilidades de gobierno no supondría un problema ético.

Ante esta situación, el catedrático Martínez Sospedra advierte que «el que se fía de un tránsfuga es un prisionero en sus manos», matiza en su valoración. 

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