Un matrimonio de la Vall resucita la senda romana de la 'Pujà dels Claus'

Hay personas que disfrutan del patrimonio y hay otras que lo viven, intensamente. Entre las últimas están , sin duda, Fernando Nebot Lluch y Teresa Roig García, un matrimonio de la Vall d’Uixó que durante muchas horas de labor desinteresada, con el respaldo de la Associació Arqueològica de la ciudad, han hecho posible un reto personal que se ha convertido en un hito histórico para el municipio. 

Poco a poco, de forma silenciosa y con mucho cuidado, conscientes del entorno natural en el que se encontraban, le han dado una segunda vida a la emblemática Pujà dels Claus, una senda empedrada que, desde antiguo, conectaba la Vall con Alfondeguilla y que era muy utilizada tanto a pie como en carro.

Desde ayer, una placa conmemorativa recordará a quienes la recorran que ellos dos han sido en gran medida los artífices de este proyecto que da fe de un pasado de esfuerzo, de superación de obstáculos con trabajo y de indispensable convivencia y respeto por el entorno natural. Así lo entendieron y lo sintieron el centenar de personas que participaron este domingo en la ruta organizada por el Ayuntamiento para estrenar de manera oficial un camino tantas veces andado por los antepasados de quienes ayer hicieron lo propio. Entre ellos, dos protagonistas especiales, además de Fernando y Teresa,  Antonio Tur Antoniet y su caballo Pepe, que emularon a quienes utilizaron durante siglos la Pujà dels Claus, pues se cree que su origen se remonta a la presencia de los romanos en la zona.

Exponen desde la Associació Arqueológica, que «a falta de estudios» que lo documenten, todo apunta a que «podría tratarse de una viae vicinales, caminos secundarios de interior que permiten la comunicación entre pueblos y aldeas». Son 120 metros conservados con una importante pendiente «sujetos por una ribazo de piedra sobre el cual hay una fila de piedras en punta que lo delimitan, conocidas como claus». Su inicio estaba en el popular Aqüeducte de la Vall.