El Ayuntamiento de Benicàssim ha dado ya una solución definitiva al corte del acceso norte del casco urbano a la N-340, que también estaba dificultando la conexión con el cementerio municipal. La medida consiste en la instalación de un semáforo que permite el paso alternativo de vehículos, según avanza el concejal de Movilidad, Carlos Díaz.
Y es que desde las últimas inundaciones a raíz de las lluvias torrenciales del pasado 26 de mayo, que provocaron desprendimientos de grandes rocas en este vial, había quedado restringido al tráfico uno de los dos sentidos de circulación, concretamente la salida del pueblo hacia la carretera N-340 en destino Castellón, que también enlaza con estas instalaciones municipales.
Durante estas semanas, los vecinos interesados en acudir a visitar a sus familiares fallecidos en el cementerio debían hacerlo por un camino rural alternativo en peores condiciones y mucho más largo, por la calle Vilaroig.
El acceso norte del casco urbano hacia la N-340 ha sido adaptado provisionalmente, reduciendo la calzada, con el objetivo de garantizar la seguridad ante la posibilidad de haber nuevos desprendimientos de piedras.