Los vecinos de la Ribera de Cabanes se vuelcan en el día grande de Sant Pere

La Ribera de Cabanes se volcó en el día grande de las fiestas en honor a Sant Pere. El núcleo costero rindió honores a su patrón con una emotiva y multitudinaria procesión que bajó al santo hasta el mar Mediterráneo. El vecindario se vistió, para la ocasión, con los tradicionales vestidos de colores. Toda la procesión estuvo amenizada por la música de la Unió Musical Santa Cecília de Cabanes.

Una vez se llegó a la playa de Torre la Sal, cinco barcas salieron hacia el mar para celebrar la festividad de Sant Pere. Como marca la tradición, la peana de Sant Pere presidió una de las barcas durante más de 15 minutos dentro del mar. A la hora de salir, cuatro costaleros, todos ellos ataviados con pantalones amarillos y camisa blanca, llevaron la peana hasta la pérgola de madera de Torre de la Sal, donde justo después se celebró la solemne misa. La imagen de Sant Pere estuvo presente en la eucaristía junto al cura.

Durante la jornada del jueves también se repartieron a todos los asistentes la clásica cinta azul de recuerdo de cada edición de Sant Pere, como símbolo de una jornada única en todo el año en La Ribera de Cabanes y su litoral. En el evento participaron los tres grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Cabanes: Compromís, PSPV y Partido Popular.

La multitudinaria participación fue una de las grandes notas del día. A pesar del calor que marcó la mañana, vecinos y vecinas ocuparon todos los asientos de la misa.

Para acabar, el consistorio de Cabanes, que actualmente preside David Casanova (Compromís), que gobierna en coalición con el PSOE (Virginia Martí estará al frente del Ayuntamiento los dos últimos años y medio), invitó a todos los presentes a un almuerzo de sardinas a la brasa con ración de pan. Fue el brillante colofón a un día festivo para La Ribera de Cabanes, el núcleo costero que continúa celebrando sus tradiciones de generación en generación en honor al patrón Sant Pere.