OBITUARIO

Fallece Salvador Melià, un genio vallero que revolucionó los mundos de la bicicleta y de las máquinas de coser

Sus logros y méritos, consecuencia de un ingenio reconocido internacionalmente, son múltiples, aunque entre todos podría destacarse la invención del Starter, para facilitar la salida de las carreras de ciclismo en pista

Salvador Melià regentó durante años un negocio de venta de máquinas de coser junto a su mujer en pleno centro de la Vall.

Salvador Melià regentó durante años un negocio de venta de máquinas de coser junto a su mujer en pleno centro de la Vall.

Este miércoles ha fallecido Salvador Meliá, aunque el genio que conocieron en la Vall d'Uixó y que revolucionó con sus inventos y creaciones el mundo de la bicicleta y de las máquinas de coser, llevaba tiempo desapareciendo de forma progresiva envuelto en olvido, aunque rodeado, recordado y querido por su familia y amigos. Diagnosticado de Alzheimer, una enfermedad que apagó de forma súbita su creatividad y capacidad práctica para mejorar el mundo a su alrededor, fue deteriorándose hasta que, como ha informado su hijo —el ex ciclista olímpico y mundialista Salva Meliá—, ahora ya «descansa en paz».

Si bien todas las pérdidas son dolorosas para quienes las sufren de cerca, la de personajes como Salvador Meliá tiñen de luto una ciudad entera y mucho más, porque fue un hombre ampliamente conocido en el mundo del ciclismo profesional al que dedicó buena parte de su vida laboral como mecánico primero de la Federación Valenciana de Ciclismo y después de la española, un oficio que heredó de su padre, como el taller en el que fabricaban las bicicletas y las máquinas de coser que después comercializaban y reparaban. Todo el mundo conocía en la Vall y la comarca, incluso más allá, la tienda de Meliá.

Llegó a tener su propia marca de bicicletas, BSV, conocida por la elaboración de máquinas a medida para los corredores en diferentes especialidades. Sus bicis han rodado, por tanto, en campeonatos de España, del mundo y olimpiadas, por referir solo las competiciones más importantes.Y si bien todos sus logros fueron significativos gracias a su ingenio, entre todos destaca un artilugio que todavía hoy utilizan los corredores profesionales de ciclismo en pista, el Starter. Este dispositivo permite que el deportista pueda realizar la salida solo sin que otra persona tenga que sujetarle y libera la bicicleta en el momento de la salida.

El Starter que se utiliza en competiciones de ciclismo en pista por todo el mundo fue una invención de Salvador Meliá.

El Starter que se utiliza en competiciones de ciclismo en pista por todo el mundo fue una invención de Salvador Meliá.

Meliá tenía ese potencial que permite a algunas personas ver y hacer posible lo que otras no pueden ni imaginar. Ideaba piezas para reparar o mejorar el resultado de las máquinas de coser —profesionales y domésticas— que su amigo Luis Ambou delineaba y después llevaba a la central de Agfa (fabricante de máquinas de coser) que las incorporaba a su producción, recuerda el propio Ambou.Y quien habla de estas máquinas, también puede hacerlo de aquel aparato que «ideó a partir del motor con gas de las neveras, una especie de bombeta para inflar de manera automática las ruedas de las bicicletas», recuerda también Luis Ambou. Cuando viajaba en las competiciones internacionales, mecánimos y técnicos de otros países le encargaban unidades dada su probada utilidad.

Así era Salvador Meliá con todo, creativo, dispuesto, inquieto.

Meliá formó parte del Grup de Dances Arcude de la Vall durante muchos años.

Meliá formó parte del Grup de Dances Arcude de la Vall durante muchos años.

Y no solo se le conoció por su faceta creadora, porque Salvador Meliá bailaba. Lo hizo durante años y en varias épocas distintas en el Grup de Dances Arcude, donde formó parte de un grupo de personas que contribuyó a recuperar movimientos y poses tradicionales que todavía hoy perduran en esta agrupación que ha sentido de manera especial la noticia de su pérdida.

Dicen de él que fue un genio afable, con una mente muy despejada que aplicaba con mucho sentido común, quizás lo hizo tanto que el destino le reservó una triste y anticipada desconexión que, pese a todo, no podrá borrar su amplio e importante legado.

Descanse en paz.