El anillo óptico ya conecta en la Vall todas las dependencias municipales

Todas las dependencias y servicios municipales de la Vall d’Uixó están por primera vez conectados digitalmente con la puesta en marcha del anillo óptico, que el Ayuntamiento ha podido activar a través de una aportación de 230.000 euros procedentes de los fondos europeos Next Generation.

La alcaldesa, Tania Baños, anunció esta inversión hace poco más de un mes, definiéndola como un proyecto que buscaba «optimizar la conectividad y el intercambio de información». El propósito era implantar una red para que «todas las dependencias dispongan de los mismos servicios que los edificios principales», un objetivo que ya se ha hecho efectivo.

Baños describe esta actuación como «una de esas inversiones que no son tan visibles como las obras públicas, que están en la calle y son tangibles, pero que acaban siendo igual de importantes, porque contribuyen a mejorar la vida de los ciudadanos y su relación con la administración».

Todos los edificios municipales disponían antes de este proyecto de conexión de internet, pero la modernización acometida va más allá de la mera conectividad. Se trata de «centralizar servicios, en este caso tecnológicos, eliminando servidores auxiliares o satélite, que al final suponen un gasto desde el punto de vista energético y de mantenimiento, y además estaban desfasados y desactualizados».

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En un Ayuntamiento como el de la Vall d’Uixó, que se caracteriza por la dispersión de las áreas de gestión, ubicadas en diferentes zonas de la ciudad, este anillo óptico supone un necesario avance, porque desde los barrios, por poner un ejemplo, se podrán realizar gestiones para las que hasta ahora había que desplazarse al centro.

Comienzo de más acciones

El rendimiento del anillo de fibra óptica tiene mayor alcance. Baños explica que el primer paso ha sido la conexión de todos los servicios municipales, pero el proyecto es más amplio. Con esta subvención «hemos sentado las bases» para que «en un futuro reciente, a través de nuevas ayudas para la digitalización o con fondos propios sigamos modernizando la ciudad». 

Está todo listo, por ejemplo, para implantar sensores de tráfico, medidores de contaminación o de gestión del uso de contenedores de residuos, «con la intención de avanzar en nuestra transformación para ser una smart city real». 

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