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@jfdelaossa

El CD Castellón es líder en solitario. Yo creo que ni siquiera el propio Sergi Escobar lo pensó, llevado por la euforia del momento, cuando el 14 de noviembre le dieron la oportunidad de su vida como entrenador, labrada en el perro fútbol regional y después de haber mordido tantas veces el polvo en promociones, su asignatura aún pendiente.

El presupuesto del Castellón supera el millón de euros pero eso no significa que sea el club que más dinero destina a su plantilla. Es lo que tiene que una SAD compita con simples clubs. El valor del filial del Levante es inestimable, como lo que cobran los jugadores de La Nucía o, incluso, el Orihuela. Luego, sí, hay un claro escalón. Tengámoslo en cuenta a la hora de ponderar cómo el Castellón ha recortado tantos y tantos puntos. El club optó por un tipo de equipo con unas particularidades, tal vez exiguo de efectivos y, por tanto, corriendo riesgos en determinadas posiciones en cuanto surge algún contratiempo (el partido del Ciutat de València es un claro ejemplo). Pero es que si hay que cubrir cualquier eventualidad, las plantillas estarían compuestas por 30 integrantes.

Pero, por encima de la composición del grupo, la mayor cualidad del Castellón es su fiabilidad. No se rinde nunca. Después de 17 partidos, los números no son una casualidad: solamente una derrota, en un partido con unas connotaciones muy particulares, en el que sufrió tres expulsiones. Puede que el Castellón no sea el mejor equipo, pero compite siempre.

Está claro que el primer puesto no te asegura el ascenso, pero sí te permite contar el cara a cara con otro campeón de grupo con una red de seguridad. Y ojo porque el club ya está empezando a recabar información y, la verdad, eso es otro mundo: los filiales son la gran amenaza (el Espanyol B le saca 24 puntos al segundo en el grupo catalán), por no contar con los factores, muchos de ellos externos, a la hora de jugarte una temporada en 180 minutos. Es lo que hay, y aquí para nada llevamos la L. Debemos haber aprendido a fuerza de cicatrices, porque las hemos sufrido de todos los colores, desde la nefasta gestión de la eliminatoria contra el Haro a la mayor crueldad futbolística de Gavà, sin olvidar el desplome de Tafalla.

Otro componente muy importante tiene que ver con la afición. Está claro que por pura cuestión numérica, a mayor número de aficionados, más división hay. Pero no me gusta la politización del fútbol y algunas corrientes de opinión generadas en los últimos días, que ha exacerbado una innecesaria división: que si no hay que dar el carnet al rey Felipe VI, que si el Castellón regala abonos y desvirtúa la consecución del récord... Espero llegar al 12.701 y zanjar este asunto que, por otra parte, creo que se está explotando en demasía.

ARMA DE DOBLE FILO // Bienvenida la euforia, siempre que no perdamos de vista la realidad. Todos los años pienso lo mismo: o subimos este año o nunca. Luego el fútbol, como la vida, siempre te permite una revancha pero, desde luego, resulta casi imposible pensar en un escenario más propicio que el actual. No voy a desvelar lo que Escobar les dijo a sus jugadores a raíz del empate contra el Atlético Levante, pero todo está yendo tan bien, que me preocupa la gestión de la carestía, cuando los resultados no sean tan favorables. El albinegro, per se, es bipolar. A riesgo de ser un sacrílego, creo que, cara a los play-off, igual vendría bien una cura de humildad.