LIV Golf

El 'llorón' Niemman derrota a su amigo Sergio García y evita un duelo español con Jon Rahm

El chileno, que el viernes bajó de los 60 golpes en México, venció en el desempate al castellonense en la primera prueba del LIV Golf

Rahm se tuvo que conformar con un tercer puesto individual en el circuito saudí y el triunfo en equipos capitaneando al Legion XIII

El golfista chileno Joaquín Niemann celebra su triunfo en México en el arranque del LIV Golf.

El golfista chileno Joaquín Niemann celebra su triunfo en México en el arranque del LIV Golf. / LIV GOLF

Denís Iglesias

El principal reto del LIV Golf era y será durante la segunda temporada completa concentrar la atención mediática. Para eso ha fichado a Jon Rahm a razón de 500 millones. En su estreno en el circuito 'rebelde' promovido por Arabia Saudí, el golfista vasco estuvo a punto de entrar en la muerte súbita. Hubiera sido una final inédita en Mayakoba (México), porque uno de los que llegó al asalto final de la primera prueba del campeonato fue Sergio García. 'El Niño' sucumbió ante uno que todavía lo es, el chileno Joaquín Niemann.

"Niemann se parece a Sergio García de joven"

Aunque 19 años separan a los dos golfistas que se jugaron el desempate en el debut de Rahm como gran embajador del LIV Golf, entre ellos existe una profunda amistad que se remonta al PGA Tour, que ahora combaten desde la trinchera del nuevo circuito. "Me ayudó mucho. Cuando empecé a recibir invitaciones me hizo compartir con él entrenamientos. Consiguió que venciera la timidez", reconocía en 2021 un 'Joaco' Niemann que ha eliminado los complejos sobre el golf sudamericano.

"Somos muy similares. Nos gustan también jugar al tenis de mesa. Me siento muy identificado con él. Nuestro manager -Carlos Rodríguez- siempre dice que le recuerda a mí cuando era más joven. Es consistente y le pega muy bien a la bola. Llegará lejos", replicaba Sergio García, capitán de los 'Fireballs' que sucumbió ante 'su' propio futuro.

Niemann y el castellonense, que recibió si sobrenombre por ser un talento precoz, como el chileno, se batieron en cuatro hoyos de desempate. El último, con el sol prácticamente muerto y viviendo de la luz que daba una pantalla gigante. En la tercera y ronda final en Mayakoba, Niemann acabó con 70 golpes mientras que García tuvo 66 impactos.

El español Sergio García, al inicio de la última jornada del LIV Golf de Mayakoba (México).

El español Sergio García, al inicio de la última jornada del LIV Golf de Mayakoba (México). / LIV GOLF

Rahm, campeón por equipos con Legion XIII

Ambos totalizaron 201 después de tres jornadas intensas, donde el público militó en el espectáculo que pretende ser el LIV Golf. Por su parte, Jon Rahm, el imán del circuito financiado por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí, que le convirtió en el mejor pagado, acumuló 70 golpes para totalizar una tarjeta de 203. Conquistó el tercer puesto junto a Burmester.

Por su parte, Legion XIII, el equipo capitaneado por el de Barrika, salió victorioso gracias al buen papel de Hatton, el escudero de lujo que Rahm reclutó a última hora y que terminó octavo en la general. Los otros dos españoles del torneo, Eugenio López-Chacarra y David Puig, que compiten bajo la escuadra del golfista vasco, terminaron en la 32ª y 38ª posición, respectivamente.

Niemann, cuyo equipo, el Torque, terminó tercero, tuvo que lidiar con una sanción que le impuso la organización antes de la jornada decisiva. El chileno vio cómo su ventaja de cuatro golpes quedó reducida tras un castigo debido a que jugó la pelota desde un lugar erróneo. Pero el ganador final no tiró por tierra su excelente rendimiento acumulado en el torneo.

Jon Rahm celebra con su equipo, el Legion XIII, el triunfo en el LIV Golf de Mayakoba.

Jon Rahm celebra con su equipo, el Legion XIII, el triunfo en el LIV Golf de Mayakoba. / LIV GOLF

La histórica jornada inaugural de Niemann

Para la historia queda su ronda inicial con 59 golpes que le permitió igualar la segunda tarjeta más baja entre los profesionales. Esta brillante ejecución le permitió ingresar en un selecto grupo de 21 golfistas que han sido capaces de bajar de 60 golpes en las principales ligas. "He tenido que ajustar mi calendario y mi forma de jugar, porque tengo compromisos derivados de mi rol de capitán", explicaba en la previa a un torneo en el que terminó visiblemente emocionado.

En la fase de desarrollo, a Niemann le enseñaron a trabajar con sus emociones para evitar la frustración de no ser siempre el primero, a lo que se acostumbró en su etapa amateur. Su crecimiento fue muy acelerado, a pesar de la timidez que siempre le ha perseguido. Esto fue posible por su perseverancia temprana en el campo de golf Las Palmas. Estaba tan cerca de su casa que acabo siendo su refugio.

El chileno empezó a empuñar palos de plástico tan rápido como empezó a andar. A los cinco años empezó a tomar clases y hasta hoy, convertido en referente de sí mismo. Y se ha permitido el 'lujo' de llorar en público sin que ello suponga una muestra de debilidad. Como ocurrió cuando hace años logró recaudar más de dos millones de dólares para que el hijo de su primo pudiera recibir un tratamiento contra la atrofia muscular espinal que padece.

La presión de los golfistas del LIV para jugar los 'majors'

En la mente de un ganador nato como Niemann, quien ha firmado tiros imposibles a lo largo de su carrera, vivir al límite de los sentimientos es el modo que tiene de prosperar. "¡Quiero ganar 'majors', pero primero tengo que llegar a ellos!", exclamó tras su victoria en un titular difundido por LIV Golf con toda la intencionalidad del mundo.

Aunque a los golfistas del circuito saudí no se les puede vetar en el Masters, Campeonato de la PGA, US Open o The Open, en la práctica su participación en esta competición les perjudica. No suman puntos para el ranking mundial que determina la clasificación para los grandes torneos. Sin embargo, lo que antes era improbable ahora es posible, puesto que el PGA Tour y el europeo DP World Tour mantienen conversaciones con el LIV para relajar estas restricciones e incluso plantear una fusión que no corte las alas a talentos como Niemann.