El presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, propondrá la modificación de la ley que regula este órgano consultivo para permitir que la entidad pueda cesar del cargo a los miembros que estén siendo investigados por corrupción.

Así lo aseguró el científico valenciano en una entrevista en la que señaló que con este cambio de la normativa también perseguirá que las decisiones que se adopten en el CVC sean vinculantes y no sea solo un órgano consultivo.

La ley actual señala que la condición de miembro del CVC se pierde cuando se es «condenado, mediante sentencia firme, a pena que conlleve como accesoria la inhabilitación profesional o política».

Grisolía cree que cambiar el texto legal es una «buena idea». Se da la circunstancia de que este mes se cumplen seis años del mandato de los actuales consejeros, por lo que el órgano debería renovarse.