Si estas de viaje por el mundo, normalmente en tu hotel encontraras una TV con multitud de canales. A veces hay alguno español. Pero lo que se suele encontrar es algo que ya existía hace decenas de años, TVE Internacional, un rara avis, anclado al pasado, viejuna y apolillada llena de programas antiguos que no han soportado bien el paso del tiempo y que en ocasiones producen vergüenza ajena. Salvo que seas Matusalen, es infumable. Cambias de canal y sale TVE 24 horas que básicamente emite noticias que se repiten cada media hora y que se acompañan de más noticias al pie de la imagen que se repiten todavía más rápido. A poco criterio y conocimiento de la realidad española que tengas, te quedas pasmado. Una sarta de medias verdades o mentiras directas hacen que no puedas creerte lo que escuchas, porque ver solo ves un busto parlante. Qué vergüenza. No es de extrañar, sigue la línea unidireccional y sectaria que ha adoptado TVE desde la llegada de la dogmatica Rosa María Mateo, que implantó su criterio o el que le han dicho, que para ella es verdad absoluta y superior al de cualquier disidente. Por ello discrimina, censura, o directamente tira a la calle a los que no pasan por el aro. Todos los no políticamente correctos según su mezquino criterio han sido depurados al más puro estilo dictatorial, atropellos, represalias, nombramientos afines y partidismo ideológico que afecta a más de cien profesionales. Con esas televisiones lo mejor es no verlas y seguramente cerrarlas y ahorraríamos millones de euros.

*Notario