El reciente y lamentable incendio que tuvo lugar en la Sierra Calderona, y que afectó a las localidades castellonenses de Altura y Segorbe, fue, pese a la rapidez y efectividad de los medios adoptados, un desastre natural que tuvo en jaque a toda la población que, impotente, comprobó cómo ardía un paraje natural irremplazable. Por no hablar de los agricultores que no pudieron visitar sus fincas siniestradas hasta pasados unos días de la extinción. Un desastre que, tal vez, se podría haber evitado o, por lo menos, minimizado si, el bosque estuviese limpio y cuidado.

Desde Federación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja) hace ya demasiado tiempo que reclamamos, y ahora lo volvemos a hacer, a las administraciones una reordenación de las zonas boscosas de nuestras comarcas con un doble objetivo ecológico y económico. Y es que las zonas boscosas en la provincia crecen al año entre un 2% y un 3% y significan ya el 80% del territorio castellonense, muy por encima de la media de la Comunitat, que está en torno al 50%. Y ese crecimiento descontrolado, aumenta hasta 7 veces el peligro de incendios.

Tras comprobar cómo el fuego estuvo a punto de amargar el verano no solo a la provincia de Castellón, a la Comunitat y al resto del país, nuestro Informe Bosque, del que tantas veces hemos hablado y que de manera constante reivindicamos, está más de actualidad que nunca.

Para sacar rendimiento a las zonas boscosas y, al mismo tiempo dinamizar la economía de los pueblos del interior, desde Fepac-Asaja ya propusimos en el año 2012 cuatro alternativas para garantizar el cuidado de los bosques y, mediante una correcta ordenación y explotación, obtener un importante rendimiento económico: la truficultura, los alcornocales, el pino piñonero y el aprovechamiento cinegético del territorio. Se trata de apostar por productos de alto valor.

Hay que gestionar el monte. Y hacerlo correctamente para garantizar el futuro de nuestro entorno natural reduciendo las posibilidades de incendios y reactivar las posibilidades económicas deL interior. Nuestros bosques ofrecen muchas posibilidades económicas, pero es necesario ordenarlo correctamente para negocios estables que sean medioambientalmente sostenibles y generen mano de obra.

Estos son los objetivos que perseguimos desde Fepac-Asaja. Y sabemos cómo hacerlo. Ahora solo falta que desde la Generalitat se dignen a solicitar nuestra colaboración para solucionar un problema que afecta a todos.