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Comenzamos el nuevo año sin presupuesto y es importante recordar a qué se debe esta situación

José Benlloch

José Benlloch

Ahora que empieza el año y es habitual hacer balance, en Vila-real nos encontramos con las dificultades de siempre. Para que nos entienda la gente, es más fácil hacer balance cuando tienes ya un presupuesto aprobado, una hoja de ruta. Pero en nuestra ciudad, fruto de una nefasta gestión del pasado que no tiene más responsables que al Partido Popular de Vila-real, todo es diferente. Comenzamos el año sin presupuesto y es importante recordar por qué.

Cuando llegamos al gobierno en 2011, me tocó coger el timón de un barco en ruinas, fruto de la irresponsabilidad de su tripulación. Sabíamos que debíamos más de medio barco, porque justo antes de abandonar el timón nos dejaron con un préstamo histórico de 20 millones de euros, en plena tormenta, para pagar los caprichos y el despilfarro del gobierno del PP de Vila-real.

Pero el primer año de navegación con estas dificultades, a las que había que sumar la crisis inmobiliaria internacional, empezaron por sorpresa a llegar reclamaciones de propietarios de caladeros donde el barco había estado pescando sin pagar a nadie. Unas veces prometiendo lo imposible, otras pescando de manera ilegal sin el permiso de los amos y otras mediante acuerdos en los cuales se prometía, engañando a los propietarios, que se les compensaría con nuevos caladeros en mares que iban a conquistar (solares ocupados para abrir calles, construir parques, construir colegios.... que a nadie se le pagaron).

Hicimos una auditoría cuando llegamos y se nos advirtió que la dimensión del problema del barco pirata del PP era tal que podía quebrar la ciudad. Nos hablaba de un impacto posible en reclamaciones de más de 200 millones de euros.

Dos tormentas históricas

Teníamos que pagar a los bancos, teníamos que hacer frente a las reclamaciones de los propietarios que nos ganaban una sentencia tras otra, en la mayoría de las cuales no hemos podido más que conseguir reducir el precio y ahorrar dinero a la ciudad. Y en medio de todo esto, dos tormentas históricas azotando el barco: el coronavirus y la guerra rusa contra Ucrania.

No podíamos ni podemos limitarnos a pagar las deudas y cumplir con los jueces, porque hacer esto solo hundiría el barco. Y conseguimos, con responsabilidad y gestión prudente, un equilibrio para que el barco avanzara y continuara pescando para poder hacer frente a las deudas heredadas y las sentencias sin que los ciudadanos tuvieran que renunciar a un buen servicio a bordo y a la seguridad necesaria en el viaje.

Y colorín colorado... en Vila-real este cuento no ha acabado. Porque, después de pagar más de 55 millones entre préstamo y empastres, todavía nos queda pagar más préstamo hasta el 2026. De sentencias del urbanismo del PP, no sabemos... Estamos tomando medidas para minimizar el impacto, pero mi previsión es que no podamos respirar hasta el 2030.

Algunos, ajenos a todo esto, u otros responsables del peligro de quiebra del barco, ahora piden cambio de gobierno. La pregunta es ¿para qué? Continuará....

Os deseo que los Reyes vengan cargados, sobre todo, de salud, porque con eso superaremos todo y seguiremos navegando hacia la nueva Vila-real del siglo XXI.

Alcalde de Vila-real

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