AL CONTRATAQUE

El águila y el trimotor

Hay humanos cegados por la inconsciencia que clavan pico y garras en personas con conciencia

Paco Mariscal

Paco Mariscal

Érase una vez un águila arrogante que creía ser la soberana del espacio. Divisó desde la altura un artefacto volador al que consideró de inmediato como un competidor y enemigo en su dominio del aire. El competidor, sin embargo, era un avioncillo con tres hélices que estaba realizando estudios orográficos de la tierra. Se cabreó el ave dominadora de los cielos, y atacó rabiosa el aeroplano, el volador metálico, que estaba atareado en el progreso humano. Se lanzó el águila rapaz con pico curvado de bordes afilados contra las hélices del avión, y pereció en el intento. Hasta aquí, vecinos del Riu Sec y demás comarcas norteñas del País Valenciano, la historia en verso y en la lengua de Ausiàs March de Francesc Boix Senmartí; una historia parafraseada, de forma libre y en prosa, en la lengua de San Juan de la Cruz. La historia del ave depredadora y el aeroplano la pueden encontrar ustedes en el libro documental publicado por la Universitat Jaume I, y cuyo autor Oscar Pérez Silvestre subtituló El Mestre que estimava la natura i la poesia. Se me olvidaba, amigos de La Plana y el secano, la historia en verso es una fábula, y como a todas las fábulas de corte clásico, Boix escribió la moraleja: humanos hay que cegados por la inconsciencia clavan el pico y las garras en personas con conciencia, que se deshacen en el trimotor de la ciencia. Una joya literaria dentro de la valiosa y escasa obra en verso, porque la obra de Francesc es corta y con mucho valor, como las poesías de Juan de Yepes Álvarez, San Juan de la Cruz, el carmelita descalzo.

Desastrosa campaña electoral

Y érase, vecinos, que uno, buscando la sombra en estos sofocantes días de calor, vino a tropezar con las fábulas, escritas hace 100 años, de un poeta castellonense, nacido en Benassal, que murió muy joven con apenas 32 años. Y --¡loado sea el Dios del Sinaí!-- se entreveía algo más que un paralelismo o similitud entre la desastrosa campaña electoral que precedió a los resultados del 23J. Aquí el águila que pretende monopolizar los cielos del poder --la extrema derecha y la derecha extrema--, observan siempre como un invasor de su espacio al trimotor de centro izquierda, y atacan sobre todo con el pico, la palabra, al hipotético invasor. Al final, quiérase o no, fracasa en el intento. Porque esa es la conclusión a que llegan, tras los resultados electorales, los comentaristas y corresponsales de los medios de comunicación de derechas, liberales y de centroizquierda como el Frankfurter Allgemeine Zeitung, Le Monde, el Süddeutsche de Múnich o el Corriere della Sera y algunos diarios británicos. Aquí el populismo ultramontano en compañía de Feijóo no consiguió de momento derribar el trimotor. En vano atacó el águila con su afilado pico.

Y si sobre el pico agresivo queremos mencionar algún ejemplo de entre los miles por todos conocidos. Dejaremos de lado el “que te vote Txapote”, cercano a Díaz Ayuso, dejaremos el "Mariquita, cabrón, hijo de puta” que los cercanos a Abascal le dedicaron a Fernando Grande Marlaska; dejaremos el “vende patrias” referido a Pedro Sánchez en las orillas del Riu Sec de los afines a les extrema derecha que habita en el PP… y nos quedaremos con “si estuviera enfermo, no me gustaría estar en sus manos solo por el aspecto que tiene”, aseveración cargada de menosprecio y sin insulto, que no deja de ser el incívico exabrupto de un ciudadano de la extrema derecha. Se la lanzó al médico rural candidato de Sumar en un debate radiofónico. Quien lanzó ese ataque de escasa moralidad forma parte desde mayo del consistorio municipal de Castelló del Riu Sec. Desagradable como el ataque del águila a las hélices del trimotor en la fábula de Boix.

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