Opinión | AL CONTRATAQUE

Soy zurda, Milei

Las y los argentinos son nuestros hermanos y hermanas. Ninguna duda al respecto, igual que también pensaba que ya había visto y escuchado casi todo, pero ¡qué va! Lo que nos contaban familiares y amistades que vivieron y padecieron durante la guerra y la posguerra del régimen franquista, aquello que conocíamos a través de la historia de Hitler o Mussolini, es lo que hemos vuelto a revivir, este mismo fin de semana, con lo protagonizado en Vistalegre por la ultraderecha de nuestro país.

Es inaceptable y no existe precedente alguno de un caso similar, donde un presidente en ejercicio, como Milei, pise suelo español y se dedique a difundir bulos cargados de odio sobre nuestro presidente del Gobierno y su esposa, sin prueba ninguna de nada. Gravísimas palabras y acusaciones que sobrepasan todos los límites democráticos. La reacción de todos los partidos políticos ha sido la de respaldo al gobierno de España, todos excepto Vox y el Partido Popular. No tienen, ni de lejos, la altura de país que se merecen para ser alternativa de Gobierno.

Los ataques contra familiares de líderes políticos por parte de otros presidentes no tienen cabida en nuestra sociedad. Suponen un ataque a nuestra soberanía y dignidad. Pero no es nuevo, ya hemos escuchado a la ultraderecha adjetivar como «aberrante» a la justicia social, en otra agresión directa a nuestro estado democrático. Según esta afirmación, lo bueno entonces es la injusticia social; una propuesta anticonstitucional, porque nuestra Carta Magna la reconoce y defiende, como mínimo, en tres de sus artículos. Se les vuelve a caer la careta. Solo creen en la Constitución aplicando el dicho que tan bien les define: «Consejos vendo que para mí no tengo”.

En política no todos y todas somos iguales. Y doy dos ejemplos. En 2007 Chávez llamó fascista a Aznar en la clausura de la Cumbre Iberoamericana y el presidente del Gobierno de España, entonces Zapatero, salió en su defensa contestándole: «En una mesa en la que hay gobiernos democráticos, se tiene como principio esencial el respeto (...) No seré yo quien esté cerca de las ideas de Aznar, pero fue elegido por los españoles».

Maduro

Luego, en 2016 cuando Mariano Rajoy, jefe del Ejecutivo en funciones, retiró al embajador de la sede de Caracas después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tachara a su homónimo de «racista, basura corrupta y basura colonialista», el PSOE de nuevo defendió a España y estuvo al lado del Gobierno.

Sin embargo, Milei nada tiene que ver con ese talante. Recurre siempre a los insultos y agravios hacia otros presidentes, elegidos, democráticamente, por las urnas. Hasta al jefe del Estado del Vaticano, al Papa, le ha llamado «representante del maligno». Para colmo, el Partido Popular en lugar de defender con firmeza los intereses de España, ha optado, otra vez, por bajar la cabeza frente a la ultraderecha. El silencio les hace cómplices. Qué inaceptable e inasumible. Feijóo calla ante los ataques de Milei a Pedro Sánchez y Begoña Gómez. ¿Veis la diferencia abismal?

Por eso, mi respuesta y opción es bien clara. Como me dice una muy buena amiga: «Soy zurda y No me gusta la fruta».

Diputada del PSOE por Castellón en el Congreso