E l fuerte aumento de los nuevos contagios de coronavirus en España preocupa a la comunidad científica, que empieza a temer que llegue un otoño complicado, con la vuelta a cole y regreso a los puestos de trabajo de por medio.

Veinte prestigiosos especialistas en salud pública y epidemias españoles publicaron ayer una carta en la revista científica The Lancet en la que exigen la realización de una auditoría independiente con expertos nacionales e internacionales para analizar los factores que convirtieron a España en uno de los epicentros de la pandemia, pese a disponer de uno de los mejores sistemas sanitarios que existen en el mundo.

Su interés no es arqueológico, sino apegado a la realidad. Creen que el informe contribuiría «a estar más preparados para futuras pandemias, prevenir muertes prematuras y construir un sistema de salud resiliente, con la evidencia científica como base».

La carta ha recibido el apoyo de decenas de sociedades científicas y médicas y, por el momento, la callada por repuesta del Gobierno. El informe que reclama la misiva podría contribuir a explicar, por ejemplo, por qué España es el país de su entorno que más problemas está experimentando tras el confinamiento. No se trata de buscar culpables ni politizar los resultados, sino de encontrar los fallos para que no se repitan, sostienen los firmantes.

Los firmantes del documento apuntan algunas hipótesis sobre lo que puede estar pasando. «España aplicó uno de los confinamientos más duros pero también ha experimentado la desescalada más rápida sin las medidas de prevención más adecuadas», según Helena Legido-Quigley, impulsora de la carta y experta en salud pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. Varias autonomías pasaron de fase sin condiciones para hacerlo, añade.

A esta especialista le sorprende, por ejemplo, que en España se siga a una media de entre tres y cinco contactos por cada infectado frente al mínimo de 14 que fijan los estudios. «Mi sensación es que no se ha contratado al número suficiente de rastreadores. Solo tenemos a dos comunidades que se acercan al número idóneo, la valenciana y Andalucía», critica.

Miquel Porta, epidemiólogo del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas, sospecha que lo que está pasando ahora tiene la misma raíz de fondo que la primera gran ola. «Las infraestructuras de salud pública y vigilancia epidemiológica, las que menos se ven, salieron muy debilitadas de la crisis debido a los recortes», manifiesta. H