El incendio que tuvo lugar este domingo en un piso de la calle Jacinto Benavente de Castellón permitió, en realidad, destapar un laboratorio clandestino de drogas. Según ha podido saber Mediterráneo, el fuego se inició tras registrarse una explosión en la cocina de la vivienda, mientras los inquilinos del inmueble cocinaban cocaína. Uno de ellos, de 63 años, resultó herido grave, con quemaduras en las piernas y los antebrazos, y se encuentra ingresado en el Hospital La Fe de València, donde está custodiado por agentes. Un segundo varón, de unos 50, ha sido ya detenido como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. Ambos son de origen colombiano, según fuentes solventes consultadas.

Agentes de la Policía Local, Nacional y bomberos acudieron al número 5 el domingo por la mañana, tras recibir el aviso de los vecinos. El herido en el incendio bajó las escaleras del edificio, gritando y diciendo que se había quemado los pies. Fue atendido por medios sanitarios, trasladado en ambulancia al Hospital General y, más tarde, evacuado hasta València, donde quedó ingresado.

INTENTO DE FUGA

El otro implicado, según ha podido averiguar este diario, intentó huir al producirse la detonación, temiendo que los agentes descubrieran que la producción de sustancias estaba detrás de las llamas. Salió de la vivienda en calzoncillos, según confirmaron fuentes próximas al caso, pero los policías subieron hasta la azotea, donde lograron interceptarlo y proceder a su arresto y traslado a la comisaría provincial de Castellón.

El incendio dejó el rellano de la vivienda, que permanece cerrada, teñido de negro. Los vecinos del inmueble relatan que el día previo a la explosión escucharon discutir a los implicados, así como también un olor «a petróleo» en jornadas previas al suceso. Todo apunta a que esos aromas podían provenir de los productos químicos empleados para la manipulación de la droga.

Agentes de la Policía Nacional hablaron, piso por piso, con los vecinos de la finca, preguntándoles por los inquilinos de la vivienda incendiada. «A uno de ellos no lo había visto nunca. Al otro, me lo he cruzado algunas veces, pero no teníamos ningún trato», indicó ayer un residente a este rotativo. Otro vecino de la finca apuntó que los dos colombianos llevaban «poco tiempo» en el edificio.

«Esa casa tiene el contador de la luz desactivado desde hace unos cinco años y el del agua, también», informaron a este periódico en el bloque de viviendas, por lo que se baraja la posibilidad de que el piso estuviera enganchado a la luz --delito de defraudación de fluido eléctrico--, como suele suceder en casos de producción de drogas para evitar el rastro del consumo de luz y posibles identificaciones de implicados.

El aviso a las autoridades lo dieron varios residentes en la calle Jacinto Benavente sobre las 10.00 horas del domingo al ver salir una humareda negra de una de las ventanas de la vivienda que ocultaba el laboratorio de droga. Una vez los bomberos hubieron sofocado las llamas de la cocina y ventilado la casa, agentes de la Policía Científica inspeccionaron el domicilio y vieron toda una serie de enseres y restos de productos que apuntan a la preparación de cocaína como el origen de la explosión y fuego. La Policía Nacional detendrá al hombre ingresado en La Fe con quemaduras cuando reciba el alta.