REPORTAJE

El Termet de Vila-real, escenario rociero

El colectivo de andaluces afincados en Vila-real traslada la tradicional romería con la que honran a la Blanca Paloma, aunque con sello local, al paraje natural

El paraje natural del Termet de Vila-real es, desde siempre, un escenario de culto, en el que se dan cita un buen número de asociaciones, tanto religiosas como culturales, para rememorar las creencias o las tradiciones propias de la ciudad y también aquellas que se han afincado aquí con la llegada de personas procedentes, de manera especial, de otros lugares de España.

Y uno de esos colectivos que llegaron a Vila-real hace años o décadas, y que han echado raíces muy profundas en la ciudad, es el de los andaluces. Un colectivo de vila-realenses que ha mantenido la esencia de cultura propia, enriqueciendo la actividad social en el municipio aportando su granito de arena procedente de Andalucía, a través de su participación en todo tipo de eventos y en la organización de otras citas propias, siempre abiertas al conjunto de la ciudadanía.

Tradición ancestral

Y que mejor lugar que el Termet para vivir una de las costumbres más emblemáticas aquellos andaluces que están lejos de su tierra, de la mano de la Asociación Cultural Flamenca Andaluza de Vila-real. Y es que la popular romería del Rocío, aunque con sello local, se traslada desde las marismas de Doñana al pinar ubicado junto a la ermita de la patrona de Vila-real, la Mare de Déu de Gràcia.

romeriaComo de costumbre, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, ejerció de romero junto al resto de participantes en esta tradición que se repite año tras año.

Como de costumbre, el alcalde de Vila-real, José Benlloch, ejerció de romero junto al resto de participantes en esta tradición que se repite año tras año. / MEDITERRÁNEO

Unos 200 romeros de todas las edades emprendieron camino en la tarde de ayer desde la parroquia de los Santos Evangelistas hacia el Termet, acompañando a la imagen de la Blanca Paloma que, de nuevo, realizó el recorrido en un carro tirado por un caballo. Entre los romeros hubo varios de los ediles de la corporación municipal, encabezados por el alcalde, José Benlloch.

En el trayecto no faltaron un par de paradas para, a base de tapeo y tragos de rebujito bien fresco, reponer fuerzas y plantar cara al calor hasta llegar al paraje natural. Una vez allí, tuvo lugar el tradicional encuentro con la Mare de Déu de Gràcia. A partir de ahí, encuentros, rezos, velar a la Virgen y música rociera hasta la madrugada. Y hoy, hay misa, paellas, actuación de un cuadro flamento y regreso.