VILLARREAL CF

La opinión de Javier Serralvo | El retorno del ‘Jedi Groguet’

En este momento de la historia se han aliado los astros, y ha podido volver a casa nuestro particular Jedi Marcelino García Toral

Marcelino, de rechazar al Sevilla a reflotar (en tiempo récord) al Villarreal

Marcelino, de rechazar al Sevilla a reflotar (en tiempo récord) al Villarreal / AGENCIAS

Javier Serralvo

En la película El retorno del Jedi de la saga Star Wars, Luke Skywalker conseguía rescatar a Han Solo y recuperar con su poder mental la Fuerza para ganar a los poderosos del imperio. No es que el Villarreal CF estuviera perdido en una galaxia lejana, pero sí es cierto que la dinámica del equipo este año no era la esperada y nuestra nave no encontraba un rumbo claro para llegar a cumplir los objetivos y, sobre todo, evitar caer en el agujero negro de las posiciones de riesgo en la clasificación a las que no estamos acostumbrados por suerte estos últimos años.

En este momento de la historia se han aliado los astros, y ha podido volver a casa nuestro particular Jedi Marcelino García Toral, que como el mismo dijo no se llama Salvador ni se apellida Milagro, pero con su receta, que ya conocíamos de los años que estuvo al frente del Villarreal CF del 2013 al 2016, ha conseguido recuperar el orden y crear un sistema de juego más fiable y con más sentido en el terreno de juego, ayudado por sus colaboradores de confianza: en menos de un mes ha encadenado victorias en las tres competiciones que participa, ha logrado la clasificación para la siguiente ronda de la Copa del Rey, se ha garantizado el pase de la fase de grupos de la UEFA Europa League, y se ha vuelto a obtener una victoria en Liga contra Osasuna. Y, si no hubiera sido por el fallo clamoroso del VAR VADER en el Estadio Sánchez Pizjuán --anulando un gol legal--, hubiera sido el pleno

Su llegada ha devuelto la ilusión al Villarreal CF y ha conseguido que la afición vuelva a ir al estadio con la sensación de poder competir. No hay secretos para este cambio en la dinámica del equipo, mucho trabajo, poner a cada jugador donde mejor puede rendir y conseguir que tengan más confianza en lo que hacen. 

Aun así, en este último encuentro de la Europa League, con el juego desplegado en el empate en casa contra el Maccabi Haifa, se evidenció que todavía queda trabajo por hacer. Se necesita más continuidad en la presión, más rapidez en las transiciones y más salida de balón, pero seguro que nuestro Jedi Marcelino va a conseguir no caer en el lado oscuro.

El partido de este sábado contra la Real Sociedad será una buena piedra de toque. Vamos a competir con un muy buen equipo que está haciendo las cosas bastante bien de la mano de Imanol. A partir de ahí, a seguir en la senda de la recuperación de esas buenas sensaciones, las del buen juego y seguridad defensiva, las que hemos tenido en la mayoría de los encuentros desde que hace más de 25 años ascendimos a Primera División en Compostela y en los 18 años que llevamos participado en competiciones europeas, donde hemos jugado ya 214 partidos, algo que solo pueden decir seis equipos de nuestra Liga. 

Evidentemente todavía no es todo perfecto, pero el Villarreal CF tiene bases sólidas en lo deportivo, en lo económico y en su estructura, con uno de los mejores proyectos de cantera de la Liga española, con el orgullo de ser actualmente el único equipo presente en Primera, en Segunda División y en la Primera femenina. Con esas bases y la estabilidad del club volveremos a ser más regulares. Y como reza el lema de Star Wars «que la fuerza nos acompañe».