La otra cara del Rennes-Villarreal: el porqué del gol anulado, la bronca final...

El Villarreal CF ganaba por 2-3 en el minuto 94. El árbitro, el turco Atilla Karaoglan, había dado seis de añadido, pero llegó la acción de Matteo Gabbia en la que jugándose el tipo, despejó un balón y su cabeza fue a dar con la rodilla de Raúl Albiol, cayendo a plomo. Los propios futbolistas del Rennes pararon el partido y las asistencias médicas entraron a los pocos segundos. Momentos de tensión en el Roazhon Park. Pero no estaba todo dicho aún.

En el minuto 101, una falta al borde del área ejecutada por Enzo Le Fée, que la estrella en el larguero. La acción sigue y, después de varios rechaces, despejes, centros..., Lorenz Assignon, el autor del 1-1, marca. El colegiado otomano concede el 3-3 que dejaba de nuevo segundo de grupo al Villarreal y le devolvía el primer puesto a los bretones, pero el VAR, muy presente en toda la noche con algunos errores y aciertos, esta vez advertía a Karaoglan de que debía anular el tanto.

¿El motivo? Una regla poco conocida y una acción poco usual: el propio Le Fée había sido el primer futbolista en tocar el balón repelido por el travesaño, lo cual no está permitido. Gracias al italiano Massimiliano Irrati, el responsable del sistema de videoarbitraje.

El jaleo final

Sin duda alguna, esta polémica y decisiva acción caldeó los ánimos de un partido que ya venía muy tenso desde el primer tiempo. Así, al término del encuentro, mientras los futbolistas del Villarreal festejaban el liderato del grupo F de la UEFA Europa League con la que se ahorran un play-off y ganan unos 2,8 millones de euros, se produjo una tángana, cuyas consecuencias aún puede pagar el Submarino, ya que Juan Foyth, por ejemplo, estuvo metido en ella.

Foyth, Gabbia y Coquelin, las víctimas del angustioso triunfo del Villarreal en Rennes