La inhalación de gas parece la causa de la muerte de la castellonense desaparecida

Los peores presagios se cumplieron ayer por la tarde cuando el cuerpo sin vida de Rosa Elena Solsona Catalán, vecina de Castelló de 45 años y con dos hijos menores de edad, apareció en el interior de su propio vehículo en la zona de la torre de la Torrassa, en el término municipal de la Vall d’Uixó, como avanzó Mediterráneo en su edición digital. Su marido Miguel Ángel, que la había buscado de forma incansable durante los últimos tres días y había pedido toda la colaboración ciudadana posible, se rompió en un grito desgarrador cuando recibió la llamada de los investigadores, alertándole del hallazgo de un cadáver que podía ser el de su esposa. En ese instante, él se encontraba en una de las batidas organizadas por familiares y amigos de la fallecida, que durante todo el día de ayer peinaron campos de Nules y pidieron la colaboración de agricultores y regantes.

Aunque habrá que esperar a los resultados definitivos de la autopsia que se le practirá a la mujer en el Instituto Anatómico Forense, todo parece indicar que Rosa Elena decidió quitarse la vida por medio de la inhalación de gas en el interior de su Lancia Ypsilon de color marrón, el vehículo que desde que desapareciera el pasado domingo se ha buscado de forma infatigable por todos sus allegados. 

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El suicidio siempre fue la principal hipótesis

Desde el inicio, el suicidio fue la principal hipótesis de la Policía Nacional de Castellón, que a través de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), ha dirigido la investigación. También lo sospechaban los familiares de Rosa Elena, pues aunque en un inicio sopesaron otras opciones como la del rapto, habían reconocido también que la fallecida atravesaba un delicado momento personal, con episodios de depresión y ansiedad y que, incluso, no había superado la muerte de sus padres.

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Su madre hizo lo mismo: el patrón se repite

Otro de los hechos que preocupaba tanto a los investigadores, como al entorno de la desaparecida, era que su madre ya se hubiese suicidado en el 2018 de la misma forma, cuando desapareció de su casa tras coger su coche. La sospecha de que Rosa Elena hubiese repetido ese patrón había estado sobre la mesa desde el inicio. Tanto es así que el propio Miguel Ángel vaticinó en una entrevista concedida a este diario: «Ha repetido lo mismo que hizo su madre», aunque guardando ese resquicio de esperanza por encontrar con vida a su mujer.

El lugar donde apareció ayer el coche de la mujer fue rápidamente acordonado por agentes de la Guardia Civil, que ostenta las competencias en la zona. Miembros de UDEV y Policía Científica inspeccionaron el vehículo tras confirmarse el triste final.

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