Con el coronavirus los hay que se conforman con cambiar de aspecto su vivienda, pero otros han tomado la decisión de cambiar de residencia, y pasar de un piso a residir en unifamiliares. Desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Castellón han detectado un incremento de visados relacionados con esta modalidad. «De un tiempo a esta parte tenemos la tendencia de los unifamiliares, más que adosados», que durante muchos años tuvieron un papel importante en las obras nuevas. En cuanto a los proyectos presentados, «hay desde gente que adquiere un solar entre medianeras y hace una casa aprovechando sus características, a quien reforma en profundidad una vivienda de campo heredada de familiares, o quien da el paso de la autogestión y construye desde los cimientos».

Son los municipios más pequeños o las urbanizaciones en las periferias las que más suelen asociarse a este tipo de construcción, pero hay casos en Vila-real o Castelló que demuestran el boom. En estos momentos hay obras de este tipo entre la avenida Vila-real y la Gran Vía, así como en la zona comprendida entre la basílica de Lledó y el estadio de Castàlia.

Las razones que impulsan a este cambio parecen evidentes. Si hay que quedarse en casa --primero fue el confinamiento, pero luego hubo limitaciones como los toques de queda y los cierres de la hostelería-- es mejor estar en hogares lo más amplios posibles, que puedan tener una zona privada al aire libre. Algo que también han detectado en los últimos meses los agentes de la propiedad inmobiliaria. Vivir en el centro de las ciudades más pobladas de Castellón y en bloques de nueva factura sigue teniendo gancho, pero ahora hay quien prefiere sacrificar ubicación por disponer de más metros cuadrados, zonas en las que compaginar la vida familiar y laboral, y terrazas. Una unifamiliar ayuda a cumplir de sobra todos estos requisitos.

Evolución al alza

Los datos de visados de dirección de obra de los Colegios de Arquitectos Técnicos, que periódicamente da a conocer el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, muestran que en el periodo comprendido entre enero y mayo de este año son 87 las viviendas de esta tipología en marcha. Significan 20 más que en el mismo periodo del año anterior. Además, si se incluye el plazo posterior a la primera ola del covid, la cifra total del 2020 se elevó a 172.

Aún así, la modalidad de visados de bloques de viviendas también ha tenido un cierto auge. Durante los primeros cinco meses del 2021 se han sumado 326. Casi el doble que los 185 del mismo periodo del año pasado.

Otro detalle que no pasa desapercibido es el cambio en el tipo de pisos. De tener una superficie media de 70 metros cuadrados se pasa a una media de 90, y se diseñan para que haya balcones y, en la medida de lo posible, terrazas. Las unidades de dos habitaciones y con poca luz exterior pierden puntos en esta época.