El líder de los okupas del PAU Lledó se va del chalet tras 9 meses de ‘guerra’ vecinal

Los vecinos del PAU Lledó de Castelló, uno de los barrios más caros de la capital pero también muy castigado por el fenómeno okupa, se han visto sorprendidos esta semana por una buena noticia tras meses de guerra vecinal y tensión por la degradación de la convivencia. Según ha podido saber Mediterráneo, que viene informando de los graves conflictos de los residentes, en los últimos días se ha procedido a la desocupación del número 15 de la calle Manuel Rozalén, una vivienda en la que desde hacía nueve meses se había instalado el presunto cabecilla de la problemática mafia okupa. 

Al parecer, el domicilio, propiedad de una entidad bancaria que recientemente formalizó la denuncia por estos hechos, ha sido abandonado por quienes la habitaban de forma ilegal tras la negociación autorizada de una gestora inmobiliaria, según han indicado a este diario fuentes vecinales. «Han cambiado las cerraduras y un equipo de vigilancia se hará cargo de la vivienda, a la espera de que sea vendida», han explicado representantes vecinales.

Intentó ponerse wifi y amenazó a un anciano

Cabe recordar que precisamente este vecino protagonizó un altercado hace tan solo unos días cuando intentó instalar wifi en dicha vivienda, contratando a una empresa para este fin, como ya recogiera este periódico.

Al advertir un testigo al operario de que se trataba de una casa okupada, el trabajador rechazó hacer la instalación del servicio de internet y el okupa amenazó al vecino en cuestión --una persona de avanzada edad--, llegando incluso a llamar a la Policía Local. 

Robo con una menor dentro

La tensión en el barrio había ido in crescendo en las últimas semanas después también de que dos ladrones violentaran un chalet para robar en él a plena luz del día, estando en la vivienda una menor de edad. Como también informara este rotativo, la niña se escondió en el canapé de la cama al escuchar los ruidos y permaneció oculta bajo la cama mientras los asaltantes golpeaban insistentemente la caja fuerte.

Por fortuna, la menor no fue descubierta y salió ilesa, llevándose los ladrones varios objetos de valor del inmueble --entre ellos, un reloj valorado en 3.000 euros--.

La Policía Nacional inició una investigación tras el suceso, pero los vecinos tenían la sospecha de que el robo podía estar relacionado con la mafia okupa que opera en la zona, pues los ladrones sabían perfectamente dónde se ubicaba la caja fuerte. No era una localización fácil de adivinar, pero casualmente es el mismo lugar en el que están todas las cajas de esa promoción de viviendas, estando algunas de ellas okupadas.

Más seguridad y pensamientos de vender

La desesperación de las comunidades de vecinos es tal que muchos propietarios han decidido reforzar la seguridad de sus casas con alarmas, cámaras o perros. Otros, cansados de los problemas que vive el barrio, han tomado la decisión de poner en venta unas viviendas que compraron como las más caras de la ciudad.

Cronología: El calvario del vecindario

Mayo del 2022

La pasada primavera se detecta la presencia del supuesto líder de la mafia okupa en el número 15 de la calle Manuel Rozalén.

Agosto del 2022

Los vecinos advierten que una red opera en el barrio y peina la zona por las noches, en busca de nuevas casas para meterse en ellas.

Septiembre del 2022

Los legítimos propietarios denuncian que los intrusos están enganchados al agua de la comunidad y buscan un abogado para agilizar los trámites y atajar la situación. Paralelamente, se quejan de los ruidos y las amenazas que sufren de forma habitual.

Enero del 2023

Dos ladrones violentan un chalet, en ausencia de sus propietarios, pero con la hija menor de estos dentro. La adolescente se oculta bajo la cama mientras intentan reventar la caja fuerte.

Febrero del 2023

Los residentes disuaden a un instalador de poner wifi al presunto líder de los okupas. Hay nuevas amenazas. Días después, la policía pilla ‘in fraganti’ a dos okupas tras causar daños en otro chalet.