El Hospital Comarcal de Vinaròs necesita médicos

La falta de especialistas pone en jaque la atención sanitaria en el norte de Castellón

Los incentivos para atraer médicos aún no se están aplicando pese a la problemática

Fueron neurólogos, dermatólogos, radiólogos, psiquiatras, anestesistas, urólogos, reumatólogos y ahora el principal problema está en la falta de cardiólogos. El norte de la provincia de Castellón sufre el déficit de médicos de una manera acuciada, lo cual dificulta y empeora la atención que reciben los cerca de 100.000 castellonenses que dependen del departamento de salud de Vinaròs. Y es que el Hospital Comarcal está considerado un centro con plazas de difícil cobertura, es decir, la mayoría de facultativos suelen estar de paso y son pocos los que optan por desarrollar en este hospital su trayectoria profesional.

La Conselleria de Sanitat está buscando in extremis cardiólogos que puedan suplir el vacío asistencial que dejan los dos profesionales en activo hasta ahora, ya que uno de ellos se jubila y el otro se marcha por baja de maternidad. Un rastreo que resulta arduo complicado dada la escasez de profesionales, con las bolsas laborales prácticamente agotadas, como viene advirtiendo este periódico. Si no se logra una medida, aunque sea provisional, como sería la de trasladar a un cardiólogo del Hospital General hasta allí, los pacientes de ese departamento tendrán que trasladarse cerca de 80 kilómetros hasta Castelló para tratarse de algún problema cardíaco, que normalmente requiere de una rápida atención clínica.

La situación es tal, que hace tan solo varios meses, el personal del servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) advirtió del cierre de la misma por falta de personal. Un problema al que la secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Concha Andrés, puso cifras hace tan solo unas semanas. Aseguró que de las 140 plazas de médicos del Hospital Comarcal, un 10% de ellas estaban sin poder cubrir.

Incentivos

Para resolver esta situación el pleno del Consell aprobó el pasado mes de enero un decreto para lograr captar a médicos en las zonas llamadas de difícil cobertura, que en el caso de la provincia de Castellón hace referencia principalmente al departamento de salud de Vinaròs. Para ello, los facultativos que ocupen uno de estos sitios recibirán, entre otras ventajas profesionales, un incentivo de hasta 10.000 euros anuales, el doble de lo que estaba previsto inicialmente. De igual modo, el resto de categorías de sanitarios también recibirán una prestación extra que oscilará entre los 6.500 y 2.000 euros al año.

El decreto recoge el procedimiento para la declaración de plazas de difícil cobertura dentro del sistema sanitario público y los efectos incentivadores en función del puesto. Se considera plaza de difícil cobertura aquella que, tras agotar todos los procedimientos de selección, permanezca vacante durante tres meses continuados en los últimos 12 meses. Además, las de aquellas categorías de profesionales en el que el número de inscripciones en bolsa sea insuficiente para cubrir la prestación asistencial, o las que el órgano competente en asistencia sanitaria determine que es necesaria para cubrir la demanda asistencial.

Una normativa aprobada que no se aplica

El problema está, según denuncia el sindicato médico CESM-CV, en que este decreto no se está aplicando «por falta de presupuesto». «No puede ser que esté paralizado en los despachos, porque el Hospital Comarcal de Vinaròs sí comunicó a Sanitat el listado de plazas de difícil cobertura y necesita una respuesta urgente», denuncia el secretario provincial del sindicato, Alejandro Calvente.

En este sentido, desde el departamento de Miguel Mínguez reconocieron que el decreto en cuestión no se ha puesto todavía en marcha porque se están ahora analizando qué plazas son consideradas de difícil cobertura, de acuerdo a las peticiones realizadas por cada uno de los departamentos de salud.

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