SOS de los transportistas: Las tres áreas de servicio de la AP-7 en Castellón solo tienen cien plazas para 10.800 camiones

José Francisco Díaz conoce al dedillo cada kilómetro de la AP-7 en el tramo de Castellón. Camionero desde hace 30 años, cada semana recorre el trayecto que separa su Almería natal de París o de Italia, a donde transporta toneladas de verduras y hortalizas. Un trabajo duro y solitario que le condena a pasar muchos días fuera de casa y a dormir en inhóspitas áreas de servicio. Eso en el mejor de los casos. En el peor, y también el más frecuente, descansa en la cabina de su camión estacionado en los carriles de entrada y salida junto a la autopista. «Todas las áreas de servicio están colapsadas. Da igual que sea la de La Plana, en Burriana, que la de la Ribera o la de Benicarló. Los camiones no caben y no nos queda otra que aparcar donde podemos. Y un día va a haber una desgracia», avisa este profesional de 51 años.

Al igual que José Francisco, decenas de chóferes se ven obligados cada noche a dejar su camión en los viales de acceso de las tres áreas de servicio de la AP-7 en Castellón. «Todos vamos muy ajustados de tiempo y apuramos el tacógrafo. Cuando te das cuenta tienes que parar ya, buscas el área de servicio y, como está siempre llena, paras en los accesos. La Guardia Civil lo sabe, el Gobierno también, pero parece ser que nadie va a reaccionar hasta que haya un accidente. Y ese momento llegará más pronto que tarde», denuncia.

 Pese a que la situación de saturación que denuncian los transportistas no es nueva y el colapso se repite en las áreas de servicio de Tarragona y Barcelona, el problema se ha agudizado en los últimos años, sobre todo tras el fin del peaje, en enero del 2020. «Con la gratuidad de la autopista, el volumen de tráfico se ha multiplicado y esta infraestructura, que es magnífica, mantiene las mismas áreas de servicio de toda la vida y, además, con las mismas plazas», resume Carlos García, secretario general de la Federación Valenciana de Empresas del Transporte (FVET). 

Fenadismer, la Federación Nacional de Asociaciones de Empresas de Transporte de España, tiene contabilizadas las plazas para vehículos pesados disponibles en las tres áreas de servicio de la AP-7 en Castellón. La cifra ni quiera llega al centenar, mientras que cada día, y según datos del Ministerio de Transportes, circulan por ese tramo de la autopista 10.740 camiones (cuando el vial era de pago apenas superaban los 4.000). «Los datos son elocuentes y demuestran a las claras que el número de plazas es absolutamente insuficiente», apunta Juan José Gil, secretario general de una entidad que lleva años tratando de hacer ver al Gobierno la necesidad de construir más áreas de servicio o ampliar las que ya existen.

Reunión con el Ministerio

Los transportistas llevan tiempo denunciando los problemas de sobresaturación y seguridad vial en las áreas de servicio y esta misma esta misma semana Fenandismer tiene previsto un encuentro con el director general de Carreteras en la que volverán a reclamar soluciones. «A los camioneros nos obligan a circular por la autopista ya que tenemos prohibido ir por la N-340 y por ley debemos parar 45 minutos cada cuatro horas y media. Sin embargo las infraestructuras para hacer esas paradas son insuficientes», lamenta Gil. 

Las principales organizaciones del sector tienen claro que la solución definitiva pasa por habilitar más áreas de servicio, pero mientras el Gobierno se decide a mover ficha, podría haber un camino intermedio. Y este pasaría por levantar la orden que obliga a los camioneros que abandonan la AP-7 para realizar la parada en un área de la N-340 a volver a la autopista por el mismo acceso por la que la han dejado. «Ahora mismo, por ejemplo, si un profesional que viene de Barcelona quiere comer y descansar en un restaurante de Torreblanca, tiene que dejar la AP-7 por la salida de Torreblanca y después está obligado a entrar haciendo el mismo recorrido a la inversa. Y eso disuade a muchos transportistas», explica Gil, quien insiste en que lo lógico sería que se permitiera al chófer volver a entrar en la autopista por el acceso siguiente. 

Otro tema que preocupa al sector es la seguridad. «Los robos son continuos. Nos quitan de todo, gasóleo, teléfonos...», lamenta José Francisco Díaz, que denuncia la «escasa seguridad» que hay en todas las áreas de descanso. 

Suscríbete para seguir leyendo