Educación no abrirá el debate sobre la petición de retrasar el inicio del curso

La Conselleria de Educación no se plantea cambios en la forma de organizar las fechas del curso escolar en Castellón. Esta es su postura ante la idea lanzada desde organizaciones empresariales del sector turístico, que sugieren retrasar la vuelta a las aulas hasta la segunda quincena de septiembre. Una medida que beneficiaría a sus negocios, ya que tendrían más turistas en sus alojamientos, a la vez que se evitaría que los alumnos sufrieran las olas de calor cada vez más frecuentes en unos centros que en su mayoría no están adaptados a las altas temperaturas.

Ante esta sugerencia, desde el departamento autonómico «no podemos opinar sobre algo que no está en la mesa ni existe como propuesta formal», señalan, por lo que no habrá ningún cambio. Ni para el próximo curso, que empieza el 11 de septiembre, ni para los siguientes. Al menos, basados en los argumentos lanzados por parte de entidades del turismo.

Replantearse el modelo

Además de la versión de la conselleria, también están los puntos de vista de los sindicatos.

El turismo plantea retrasar el 'cole' por el calor y para alargar la temporada

La formación mayoritaria, el STEPV, aboga por replantear el calendario escolar, aunque no porque lo pidan organizaciones empresariales. Para Alejandro López, «más que los intereses económicos de un colectivo, se deben tener en cuenta otros factores, como el hecho de que el primer trimestre es muy largo, de casi cuatro meses, y el resto de trimestres están condicionados por eventos festivos».

Además, aboga por «la alternancia entre periodos lectivos y jornadas de descanso», como ocurre en otros países, e incluso por tener en cuenta la realidad «de las comarcas y localidades», donde las necesidades de conciliación familiar cambian.

Y un ejemplo de ello serían, precisamente, aquellas localidades dedicadas al turismo, donde los padres tienen unos turnos de vacaciones muy distintos al resto de la ciudadanía.

Consultar aportaciones

Desde UGT, Marisa García cree que retrasar el curso «es una propuesta interesante para favorecer al turismo», pero sería «inviable para el próximo curso, dado que ya se ha publicado el calendario». Cree que esta propuesta «podría ser tenida en cuenta para las próximas negociaciones del calendario escolar, puesto que el alumnado comienza el curso con unas elevadas temperaturas en los centros», si bien destacan «la necesidad de negociarlo a partir de las aportaciones de todos los agentes educativos».

Mejorar el acondicionamiento

Por parte de CSIF, María Jesús Sánchez señala que el turismo «mira para sus intereses y nosotros para los alumnos y profesores». Cree que si se retrasa el inicio del curso «también debería retrasarse el final», y que lo necesario «es acondicionar los centros para el calor, algo que hace años que llevamos reclamando».

Desde las asociaciones de madres y padres apuntan a que cambiar fechas afectaría a la conciliación, mientras que hay empresarios turísticos escépticos sobre el beneficio que les pueda suponer retrasar el arranque escolar.