Vicente Barrera niega que la renuncia de Felip al IVC se deba las presiones de Vox

El vicepresidente de la Generalitat y conseller de Cultura, Vicente Barrera, niega que la renuncia de Nuria Felip al cargo de directora territorial del Institut Valencià de Cultura (IVC) de Castellón se deba a presiones de Vox y la achaca exclusivamente a «cuestiones personales». Es más, asegura que la decisión de la jefa del servicio de Cultura y Deportes de la Diputación y exconcejal del PP de Almassora le ha causado «un disgusto».

Si el martes, y tras la publicación en Mediterráneo del no de Nuria Felip a dirigir la cultura en la provincia ante las presiones de  Vox , desde la Conselleria de Cultura quitaron hierro al asunto y se limitaron a explicar que «su perfil profesional no había resultado conveniente», este miércoles Barrera ha dado otra la versión. En declaraciones a los medios de comunicación tras presentar el proyecto de rehabilitación de la muralla almorávide de Elche, el vicepresidente ha asegurado que Felip ha renunciado «porque a nivel personal tiene unas problemáticas con su trabajo». «Ha sido ella la que ha decidido no sumarse a este proyecto» apuntó, y recordó que fue él quien la llamó para que asumiera la dirección del IVC de Castellón.

Aunque la decisión del vicepresidente de optar por una afiliada del PP para gestionar los espacios culturales de Castellón no gustó nada a varios dirigentes de Vox de la provincia, que a través de las redes sociales cuestionaron y criticaron la elección de una persona ajena al partido, Barreraha ha argumentado que en su equipo hay muchas personas del PP. «No hubiera sido la única, ni la primera, ni la última. Nosotros no hacemos ideología con los puestos de trabajo y queremos a gente capacitada». Y ha concluido que «Felip es una persona que es muy capaz y que, desgraciadamente y por cuestiones personales, no ha podido finalmente sumarse al proyecto». 

El vicepresidente de la Generalitat ha añadido, asimismo, que la renuncia de Felip, que tenía que tomar hoy posesión de su cargo, ha sido para el «un disgusto».